Es tan grave el problema del sobrepeso y obesidad en México, "que por primera vez es factible que los padres entierren a sus hijos; y si los padres enterramos a nuestros hijos, no hay futuro como nación", sentenció el médico y fundador de la Academia Mexicana para el Estudio de la Obesidad (AMEO), Raúl Morín Zaragoza.
En conferencia de prensa, donde se dio a conocer el Congreso Latinoamericano de Obesidad que se realizará del 6 al 8 de este mes, en la Ciudad de México, destacó que lo más grave es que ni siquiera tenemos especialistas en esta materia, porque "este problema rebasa a una profesión y es multidisciplinaria".
"Si tenemos el 70 por ciento de la población con problemas de obesidad, estamos hablando casi de 73 millones de pacientes enfermos, somos 200 mil médicos, 100 mil médicos generales, 100 mil médicos especialistas, si todos ellos se dedicaran únicamente al problema de la obesidad, no lo podríamos cubrir", dijo. Morín Zaragoza, recordó que fue en 1985, cuando la obesidad entró a formar parte en la clasificación internacional de las enfermedades, el mismo año que el SIDA; sin embargo, a la fecha el SIDA está controlado, mientras que la obesidad en todos los países, en todo el mundo la prevalencia está aumentando, lo mismo en países desarrollados como en Estados Unidos que en subdesarrollados como en Haití.
El problema, lamentó el especialista, es que tenemos una oferta de alimentos industrializados extraordinariamente altos en carbohidratos complejos, extraordinariamente altos en lípidos, que es lo que más comemos. Y tenemos una infraestructura del urbanismo para favorecer la movilización en automotores, o sea que no hacemos actividad física.
Puso un ejemplo: "un niño en primaria en la República Mexicana hace nueve minutos de actividad física a la semana, cando lo que se recomienda son 30 minutos, cinco veces a la semana; y tenemos una ingesta de refrescos, la más alta en el mundo después de Brasil, 160 litros, por eso es que ahora que están haciendo modificaciones los vemos con simpatía...".
Si lo que nos interesa es la salud de la economía, con la obesidad lo podemos resolver, pero si lo que nos interesa es la salud de la población, cada vez que controlamos a un obeso, disminuimos 10 veces la probabilidad de que se haga diabético, disminuimos 4 veces las probabilidades, de que haga un cálculo biliar, disminuimos 10 veces la probabilidad de que sea hipertenso. Sin embargo, la gente se está muriendo de diabetes mellitus e hipertensión arterial.
Además de que no existe la especialidad en obesidad en México, como tampoco en otra parte de Latinoamérica, existe la medicina variátrica, por lo que tenemos un pendiente para que se haga un reconocimiento oficial porque en otros países sí existe; aquí, los especialistas endocrinólogos son los que se han abocado más al problema de la obesidad. Sí tenemos nutriólogos y psicólogos, pero también tenemos que formar educadores en obesidad para que regresemos a la prevención y no al tratamiento.
La presidenta de la AMEO, María Luisa Ponce López lamentó que la obesidad junto con el sobrepeso y la diabetes, así como otros padecimientos vinculados con la obesidad como la hipertensión ocasionan hasta el 25.3 por ciento del total de muertes en el país; las nuevas generaciones viven menos años que sus padres y eso es una tragedia, pues es algo que no sucedía en más de cuatro siglos".
En conferencia de prensa, donde se dio a conocer el Congreso Latinoamericano de Obesidad que se realizará del 6 al 8 de este mes, en la Ciudad de México, destacó que lo más grave es que ni siquiera tenemos especialistas en esta materia, porque "este problema rebasa a una profesión y es multidisciplinaria".
"Si tenemos el 70 por ciento de la población con problemas de obesidad, estamos hablando casi de 73 millones de pacientes enfermos, somos 200 mil médicos, 100 mil médicos generales, 100 mil médicos especialistas, si todos ellos se dedicaran únicamente al problema de la obesidad, no lo podríamos cubrir", dijo. Morín Zaragoza, recordó que fue en 1985, cuando la obesidad entró a formar parte en la clasificación internacional de las enfermedades, el mismo año que el SIDA; sin embargo, a la fecha el SIDA está controlado, mientras que la obesidad en todos los países, en todo el mundo la prevalencia está aumentando, lo mismo en países desarrollados como en Estados Unidos que en subdesarrollados como en Haití.
El problema, lamentó el especialista, es que tenemos una oferta de alimentos industrializados extraordinariamente altos en carbohidratos complejos, extraordinariamente altos en lípidos, que es lo que más comemos. Y tenemos una infraestructura del urbanismo para favorecer la movilización en automotores, o sea que no hacemos actividad física.
Puso un ejemplo: "un niño en primaria en la República Mexicana hace nueve minutos de actividad física a la semana, cando lo que se recomienda son 30 minutos, cinco veces a la semana; y tenemos una ingesta de refrescos, la más alta en el mundo después de Brasil, 160 litros, por eso es que ahora que están haciendo modificaciones los vemos con simpatía...".
Si lo que nos interesa es la salud de la economía, con la obesidad lo podemos resolver, pero si lo que nos interesa es la salud de la población, cada vez que controlamos a un obeso, disminuimos 10 veces la probabilidad de que se haga diabético, disminuimos 4 veces las probabilidades, de que haga un cálculo biliar, disminuimos 10 veces la probabilidad de que sea hipertenso. Sin embargo, la gente se está muriendo de diabetes mellitus e hipertensión arterial.
Además de que no existe la especialidad en obesidad en México, como tampoco en otra parte de Latinoamérica, existe la medicina variátrica, por lo que tenemos un pendiente para que se haga un reconocimiento oficial porque en otros países sí existe; aquí, los especialistas endocrinólogos son los que se han abocado más al problema de la obesidad. Sí tenemos nutriólogos y psicólogos, pero también tenemos que formar educadores en obesidad para que regresemos a la prevención y no al tratamiento.
La presidenta de la AMEO, María Luisa Ponce López lamentó que la obesidad junto con el sobrepeso y la diabetes, así como otros padecimientos vinculados con la obesidad como la hipertensión ocasionan hasta el 25.3 por ciento del total de muertes en el país; las nuevas generaciones viven menos años que sus padres y eso es una tragedia, pues es algo que no sucedía en más de cuatro siglos".
Fuente.- oem.com.mx
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