viernes, 30 de mayo de 2014

¿Padeces de Síndrome de Intestino Irritable?

Datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), revelan que 30% de la población mexicana sufre Síndrome del Intestino Irritable (SII), y en el 60% de los casos es causado por la ansiedad y el estrés.

Sumado a lo anterior, existen otros factores que intervienen para una mala digestión, como la falta del desayuno, los horarios irregulares de comida y la ingesta de alimentos altos en grasas e irritantes.

Los estados de ánimo son procesos transitorios que son influenciados por diversos factores, tanto ambientales, como de la propia personalidad.

Las alteraciones en el estado de ánimo se pueden generar por cambios en el estado bioquímico y hormonal del individuo así como por la falta de sueño, alimento y ejercicio; todo esto detona en una mala digestión.

Especialistas en salud mencionan que consumir fibra reduce hasta 40% las probabilidades de padecer colitis u otras enfermedades como el cáncer de colon.

Investigadores de la Universidad de Cardiff encontraron que las personas que consumen alimentos con más fibra presentan menos estrés emocional, dificultades cognitivas, niveles depresivos y mejor actitud positiva.

Los investigadores coincidieron en que el aumento de consumo de fibra proveniente de cereales con salvado de trigo reduce la fatiga, mejora la mala digestión y aumenta el número de bacterias benéficas en el tracto digestivo.

jueves, 29 de mayo de 2014

Los 10 países con más personas obesas

Más de la mitad de las 671 millones de personas obesas en el mundo están concentradas en sólo diez países: Estados Unidos (más del 13 por ciento), China e India (15 por ciento conjuntamente) y Rusia, Brasil, México, Egipto, Alemania, Pakistán e Indonesia, en orden de más a menos personas obesas.

En los últimos 33 años se ha producido en todo el mundo un aumento alarmante en los índices de obesidad y sobrepeso en adultos (un 28%) , y niños, (un 47%), pasando de 857 millones de personas con sobrepeso y obesidad en 1980 a 2.100 millones en 2013, según un nuevo análisis del Estudio sobre la Carga Global de Enfermedad de 2013, publicado en «The Lancet».

Durante las últimas tres décadas, los mayores aumentos en los niveles de obesidad entre las mujeres han estado en Egipto, Arabia Saudí, Omán, Honduras y Bahrein, y entre los hombres, en Nueva Zelanda, Bahrein, Kuwait , Arabia Saudita y Estados Unidos, informa Ep.
 
Un tercio de los adultos en EE.UU. es obeso

Algunos de los mayores incrementos en la prevalencia de la obesidad en adultos han estado en Estados Unidos, donde aproximadamente un tercio de la población adulta es obesa; Australia, donde el 28 por ciento de los hombres y el 30 por ciento de las mujeres son obesas, y Reino Unido, donde alrededor de un cuarto de la población adulta es obesa.

Los hallazgos provienen de un nuevo análisis global de la prevalencia mundial, regional y nacional de sobrepeso y obesidad en los adultos mayores de 20 años y y los niños y adolescentes de 2 a 19 años entre 1980 y 2013. Los autores advierten que el estudio presenta un cuadro preocupante de crecimientos sustanciales en las tasas de obesidad en todo el mundo y dicen que se necesita una acción conjunta urgentemente para cambiar la tendencia.

Dirigido por la profesora Emmanuela Gakidou, del Instituto para la Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, un equipo de investigadores internacionales realizó una búsqueda exhaustiva de los datos disponibles de estudios, informes y la literatura científica para rastrear las tendencias en la prevalencia de sobrepeso (índice de masa corporal de 25 kg/m2 o superior) y la obesidad (IMC de 30 kg/m2 o superior) en 188 países de 21 regiones del mundo entre 1980-2013.

En el mundo desarrollado, los hombres tienen mayores tasas de obesidad que las mujeres, mientras que sucede lo contrario en naciones en desarrollo, donde actualmente vive el 62 por ciento de las personas obesas en el mundo. El mayor aumento en el sobrepeso y la obesidad se produjo a nivel mundial entre 1992 y 2002, sobre todo entre las personas de edades entre 20 y 40 años.

Fuente.- abc.es

martes, 27 de mayo de 2014

Reduce obesidad hasta 14 años la esperanza de vida

Las personas con obesidad tienen una esperanza de vida entre 8 y 14 años menor que las que no la padecen, dicen especialistas y alertaron que, junto al sobrepeso, es la principal enfermedad prevenible de la Argentina.

"Es un problema de salud pública cuyo control implica cambios en el estilo de vida; y para acompañarlos contamos hoy con apoyo nutricional, físico, psicológico, farmacológico y cirugía", dijo a Télam Raúl Morín, presidente de la Academia Mexicana para el Estudio de la Obesidad, quien ofreció una conferencia de prensa el martes en la ciudad de Buenos Aires.

Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, el sobrepeso y la obesidad son la principal enfermedad prevenible y afectan al 53,4 por ciento de los argentinos, con mayor riesgo de padecer complicaciones asociadas como diabetes, hipertensión arterial, alteración en los lípidos y enfermedades cardiovasculares.

"Tres de cada diez argentinos tienen obesidad, por lo que la prevalencia es del 30 por ciento; si a eso le sumamos las personas que padecen sobrepeso llegamos al 53,4 por ciento", remarcó Morín y enfatizó que tratarla es "sumamente importante", pues así se previenen además otras enfermedades.

El especialista explicó que "la grasa que sobra se deposita en los riñones, el corazón y el páncreas, por ejemplo" y que "la forma de vida actual, el fácil acceso a las comidas rápidas y el poco ejercicio generan en las personas obesas una pérdida de la esperanza de vida de entre 8 y 14 años".

"La obesidad es una enfermedad incurable que la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió como mortal; una persona obesa sigue siéndolo toda su vida aunque alcance el peso normal, porque la posibilidad de recaer es altísima", advirtió.

Carlos López Patán, director de la empresa farmacéutica mexicana Medix, coincidió y agregó: "El riesgo de recaer es permanente, por lo que siempre hay que tener en cuenta que si no se siguen hábitos saludables se puede volver a caer en la enfermedad".

"Durante la segunda mitad del año lanzaremos en la Argentina medicamentos respaldados por más de 40 años de uso internacional, como la fentermina y la anfepramona y otros nuevos, como el mazindol de uno y tres miligramos", apuntó.

López Patán explicó que esos medicamentos "no son mágicos", por lo que "deben formar parte, bajo la prescripción del médico tratante, de un plan integral que incluya ejercicio físico de acuerdo a las posibilidades de cada paciente y un cambio en sus hábitos alimentarios".

"El médico decidirá en qué casos se necesita complementar con medicación, aunque generalmente la ayuda farmacológica está indicada para pacientes con un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 30", afirmó Morín.

El IMC es uno de los principales indicadores para medir el sobrepeso y la obesidad, y se obtiene dividiendo el peso en kilogramos por la estatura al cuadrado. Por ejemplo, el IMC de una persona que pesa 64 kilos y mide 1,66 metros es 2,75 (64 dividido 2,75).

Se considera que el IMC es normal si el resultado se ubica entre 19,5 y 24,9. Por debajo de 19,5 se considera peso bajo, mientras que por encima de 25 representa sobrepeso (25 a 29,9) y a partir de 30, obesidad en sus distintos grados.

Fuente.- lacapital.com.ar

lunes, 26 de mayo de 2014

A los 48 años, muere el hombre más obeso del mundo

Monterrey.- Manuel Uribe, el hombre más obeso del mundo con 394 kilogramos, murió este lunes.

El hombre reconocido por el Récord Guinness cuando pesaba más de 597 kilos, estaba internado desde el pasado 2 de mayo en el Hospital Universitario luego de padecer arritmias cardiacas; sin embargo, la complicación que al parecer lo llevó a la muerte fue una falla en el hígado.

Debido a su peso, tuvo que ser trasladado con apoyo de Protección Civil desde su casa en San Nicolás hasta el Hospital Universitario.

Uribe Garza, quien llegó a pesar 597 kilos, se sometió en 2007 a una rigurosa dieta para bajar de peso. En los años siguientes logró reducir más de 260 kilos.

Fuente.- imagen.com.mx

domingo, 25 de mayo de 2014

Propone ONU tratar chatarra como a los cigarrillos

Imagine usted que al comprar un chocolate le mostraran en el empaque una foto de un diabético inyectándose insulina, o de un obeso teniéndose que desplazar en sillas de ruedas porque ya no puede caminar. Pues algo similar fue sugerido la semana pasada por Olivier de Schutter, relator especial de Naciones Unidas para la Alimentación, en el encuentro Hacia una Convención Mundial para Proteger y Promover las Dietas Saludables, organizada por Consumers International.

Shutter señaló a la obesidad como la amenaza más grande para la salud mundial, y propuso para controlarla crear regulaciones tan severas como las aplicadas a la industria tabacalera, cuyas cajetillas, en varios países del mundo, muestran fotos acompañadas del efecto del cigarrillo en el cuerpo humano.

En el pasado, el experto ya había hecho un llamado por más acciones gubernamentales en contra de la comida chatarra, incluyendo cobrarle impuestos extra, imponer controles a su publicidad y repensar los subsidios agrícolas que hacen que la comida poco saludable sea más barata.

La tarea no parece nada fácil, como lo dijo recientemente el doctor Tim Lobstein, de la World Obesity Federation, a la BBC de Londres: “Como la obesidad está causada principalmente por el exceso del consumo de alimentos grasos y con mucha azúcar, hemos visto a legisladores reticentes a meterse con los intereses de la corporaciones que promueven estas comidas”.

Sin embargo, estas iniciativas parecen estar tomando fuerza en los últimos años, dado el alto costo económico que la obesidad representa. Se calcula por ejemplo que en EE. UU. (el segundo país del mundo con mayor prevalencia de obesidad) se pagan 190.000 millones de dólares en gastos médicos asociados a la obesidad. Esto es aproximadamente el 21 por ciento del gasto total de salud en ese país.

Fuente.- eltiempo.com

miércoles, 21 de mayo de 2014

Crea OMS comisión contra obesidad infantil

En vista del aumento de la prevalencia de obesidad infantil en el mundo la directora general de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan, anunció la creación de una Comisión de alto nivel destinada a combatir este flagelo.

“Estoy profundamente preocupada por la creciente prevalencia de la obesidad infantil en todas las regiones del mundo, con el aumento más rápido en los países de bajos y medianos ingresos”, dijo Chan en el discurso inaugural de la 67 Asamblea Mundial de la Salud. “En diversas partes del mundo la gente está comiendo su propia muerte”, deploró.

Por una parte millones se mueren de hambre en todas partes. El hambre y la desnutrición siguen siendo un problema muy persistente. En los últimos 20 años, la prevalencia mundial de la anemia apenas se ha movido, cayendo ligeramente, comparó.

En el otro extremo, no vemos ninguna evidencia de que la prevalencia de la obesidad y las enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta está retrocediendo en cualquier lugar.

Alimentos y bebidas altamente procesados cargados de azúcar están en todas partes, lo que resulta conveniente y barato.

“La obesidad infantil es un problema creciente con costes especialmente altos”, apuntó.

Para recopilar el mejor asesoramiento posible para lidiar con esta crisis, Chan anunció la creación de una Comisión de alto nivel para combatir la obesidad infantil.“Afortunadamente, la ciencia cuenta varias oportunidades de intervención en esta materia”, sostuvo.

Explicó que lo que espera de esta Comisión es un estudio con información consensuada sobre cuáles son las medidas específicas a seguir, así como las más eficaces en diferentes contextos y regiones para abatir este flagelo que afecta a millones de niños en el mundo.

Chan señaló que pidió a dicha Comisión a presentar su informe a principios de 2015 para que pueda transmitir sus recomendaciones a la 68 Asamblea de la Salud del año próximo. Para ilustrar la gravedad de esta crisis, Chan se refirió a la región de África en donde “el número de niños con sobrepeso aumentó de cuatro millones en 1990 a 10 millones en 2012″. “Esto es preocupante” lamentó Chan citando el informe Estadísticas Sanitarias Mundiales 2014 el cual afirma sin rodeos: “Nuestros hijos están cada vez más gordos”.

Fuente.- informador.com.mx

lunes, 19 de mayo de 2014

Giselle, argentina, 55 kilos después

Argentina.- Giselle llegó al nosocomio con 122 kilos y luego de una cirugía llegó a los 67 kilos.

“Llegue hace dos años y medio. Empecé con los grupos de descenso y a los 6 meses más o menos me sugirieron la cirugía. Ya hace un año y medio que estoy operada y bajé 55 kilos. No tuve ninguna complicación y siempre cumplí con lo que me decían los médicos. Sigo viniendo a los grupos porque son los que no te dejan olvidarte de lo que fuiste. Acá te operan el estómago, no la cabeza. Uno sigue pensando como gordo”, comentó Giselle.

“Llegue por una amiga que también venia. Me cambio la vida, soy otra persona y estoy feliz. Mi marido y mi hijo no me habían visto nunca con este peso. Yo siempre fui gorda. Ahora con 30 años empecé a ponerme ropa que me gusta a mí, no que me entra. Eso es un placer. Lo mismo que correr un colectivo, higienizarse, envolverte en una toalla, son cosas que uno jamás vivió. Lo único que tengo es felicidad”, aseguró Giselle emocionada.

Con respecto a la atención que recibió en el Centro Cormillot, afirmó: “Todos me atendieron maravillosamente bien, siempre estando al pie del cañón cuando tenía alguna duda o algún problema. Todos son un amor, gente muy buena y humilde. Se ponen a la altura de uno y aprendes muchísimo”, finalizó.


domingo, 18 de mayo de 2014

Las sillas pueden ser peligrosas

1. Produce aumento de peso

Según cifras citadas por la NBC, la tasa de mortalidad en la actualidad es un 43% menor que en hace 50 años, pero en ese entonces menos del 1% de los habitantes eran diabéticos y la obesidad rondaba el 13%. Si comparamos estos números con los actuales, descubriremos que la diabetes asciende a un 6% y que los índices de obesidad se han triplicado, al 36%. La principal causa de esta alteración de valores es el sedentarismo, seguido por la mala alimentación.

El sobrepeso y las enfermedades corren también para los más jóvenes: la diabetes tipo 2, que antes era exclusiva de los adultos, ahora afecta a chicos y adolescentes. Además, el 61% de los menores de entre cinco y diez años de Estados Unidos ya cuenta con un factor de riesgo para padecer una enfermedad cardíaca.

Este cambio en la tendencia de hábitos y el desmejoramiento de la salud tienen un impacto directo en el nivel de gastos. En 1995, el presupuesto estadounidense destinaba 52 billones de dólares para combatir los trastornos de peso, pero hacia 2003 ya destinaba 75 billones de dólares.

2. Genera cambios metabólicos

La posición no es de las mejores: estar sentado es de las peores formas de inactividad (es preferible, incluso, estar recostado). La actividad eléctrica de los músculos reduce de forma drástica, lo cual genera un cambio sensible en el metabolismo. Cuando se está sobre un asiento, el cuerpo quema un tercio de las calorías que consume cuando está en movimiento o en plena caminata.

Estos aspectos no resultan novedosos para el mundo médico. En 1953, un grupo de especialistas británicos examinó la inactividad de los choferes de colectivos frente al movimiento de los conductores de trolebuses. Mientras el primer grupo tendía a permanecer sentado durante la mayor parte de la jornada laboral; el segundo se destacaba por estar en movimiento continuo subiendo y bajando las escaleras y recorriendo los pasillos de sus carros. El relevamiento determinó que quienes pasando mucho tiempo sentados tienen hasta el doble de posibilidades de morir de un padecimiento cardíaco.

3. Promueve problemas de postura

Un estudio difundido por la BBC establece que sentarse derecho no es una forma que salvaguarde la integridad del cuerpo. Los ángulos de inclinación del torso con respecto al respaldo de entre 70° y 90° pueden derivar, a largo plazo, en dolores en la parte inferior de la espalda. Las vertebras tienden a desplazarse si uno permanece sentado en esta posición.

Los médicos recomendaron una pose más ‘relajada’ luego de esta investigación: recostarse sobre el asiento hasta adquirir un ángulo cercano a los 135°. Esta pose invita a resbalarse más sobre la silla, pero ejerce menos presión sobre espalda.

Consejos para reducir el tiempo sentados

Para algunos, pasar cerca de ocho horas sentado en el trabajo resulta inevitable. Pero hay que poner el foco en realizar actividades para reducir el tiempo en sillas una vez fuera del recinto laboral. Los recomendados 30 minutos diarios de ejercicio no son suficientes para combatir esta inactividad: es necesario aprovechar el tiempo al máximo.

Por esto, siempre que se pueda, se recomienda realizar elongaciones, pequeñas caminatas y distintos tipos de saltos para no dejar el cuerpo en reposo durante mucho tiempo.

Si te animas, también puedes intentar trabajar de pie con escritorios altos. Se estima que éstos disminuyen dolores corporales y aumentan la energía durante la jornada, además de promover una mayor concentración. El ex-Secretario de Defensa de Estados Unidos Donald Rumsfeld es un famoso partidario de este tipo de trabajo.

Fuente.- tudiscovery.com

sábado, 17 de mayo de 2014

Errores que debes evitar si estas a dieta

1.- No hacer ejercicio

No hacer actividad física por falta de tiempo o predisposición es otro error frecuente a la hora de intentar bajar de peso. El cuerpo debe eliminar los depósitos de grasa extra y fortalecer los músculos, por lo que requiere que realices una actividad ligera o moderada, por lo menos tres veces a la semana.

Además de acelerar tu metabolismo y ayudarte a alcanzar tu objetivo, con la actividad física se libera la ‘hormona de la felicidad’ y se fortalecen los músculos y los huesos.

2.- Realizar comidas ‘premio’

Los seres humanos somos expertos en idear excusas o negociar a la hora de ceder ante una tentación dulce. La mentira de “será sólo por esta vez” o “me lo merezco por haber ejercitado” es la antesala del fracaso de la meta y el inicio de la culpa posterior.

Si te cuesta mucho negarte estos premios, reemplázalos por versiones con menos calorías, como un helado de yogurt dietético, sólo los fines de semana. Durante la semana, ten siempre a mano una fruta y ejercita tu fuerza de voluntad.

3.- No tomar agua

No consumir agua o reemplazarla por opciones saborizadas, bebidas dietéticas o té es un error común. Aunque no tenga un sabor determinado, el agua es el líquido esencial y primario de nuestro organismo, por lo que debemos consumirlo diariamente. Se recomienda ingerir, como mínimo, dos litros y medio de agua por día.

Puedes optar por el agua con gas y complementarla con jugos, pero nunca elimines por completo la ingesta de este líquido vital. La hidratación del cuerpo es un asunto que debe ser tomado muy en serio.

4.- Aprovechar fiestas y fines de semana

Es imposible no acudir a fiestas y reuniones, sobre todo los fines de semana. En esos casos, no permitas que tu esfuerzo de la semana se esfume ante un plato o una copa de más. Planifica qué comerás y beberás y, si es posible, come algo en casa antes de salir, a fin de saciarte a medias de antemano.

Recuerda que las bebidas alcohólicas contienen calorías vacías, es decir que no aportan ningún valor nutricional. Por eso, limita su consumo a sólo una o dos copas.

5.- Rendirse y abandonar

Dado que el organismo está acostumbrado a una cantidad y una calidad determinadas de alimentos, durante las primeras semanas te resultará difícil mantener una nueva rutina de alimentación. Además de ello, a tu cuerpo le tomará tiempo adaptarse al cambio e iniciar la pérdida de peso.

Es probable que tu balanza siga indicando el mismo peso o, incluso, que registre un ligero aumento, sobre todo si ejercitas con pesas. Si te tomó tiempo ganar peso, también te tomará tiempo perderlo.

Pero mantente firme durante este período de adaptación; recuerda pensar en esto como un estilo de vida diferente para los siguientes años.

Fuente.- tiemporeal.mx

viernes, 16 de mayo de 2014

Diez formas de controlar el hambre

1. Desayuna balanceado
Las investigaciones muestran que las personas que desayunan de manera saludable, tienden a ser 50% menos obesas. Desayunar previene la necesidad de comer entre comidas porque regula los niveles de azúcar en la sangre. Procura incluir proteína como el huevo.

2. Toma más agua o té
Un vaso de agua tiene el poder de lograr que la sensación de hambre desaparezca. Si la bebes antes de cada comida, harás que la señal de satisfacción llegue más rápido a tu cerebro, por lo que comerás menos y lo harás mucho más despacio. Procura sustituir el café con té, si es verde mucho mejor.

3. Come snacks saludables
Procura que tengan proteína y fibra. Este combo te dará una sensación de satisfacción por más tiempo. Además te ayudará a mantener los niveles de azúcar en la sangre estable y eso reducirá tu ansiedad de comer. Algunas opciones: queso mozarrella, rodajas de manzana, nueces sin sal, frutas secas, rodajas de verduras y hummus.

4. No limpies tu plato
Aunque a la mayoría de nosotros nos educaron para hacerlo así, estudios recientes demuestran que el tamaño de las porciones ha aumentado dramáticamente durante las últimas décadas. Y la única recompensa por hacerlo, ¡son unos kilos demás! Por si fuera poco, obligarte a terminar todo lo que hay en el plato, altera tu capacidad para determinar cuando realmente estás lleno o si estás comiendo sólo porque sientes que deberías comerlo, ¡perdiendo por completo el control! Si depende de ti, sírvete con la cuchara chica.

5. No comas frente a la televisión
Hacerlo te distrae y hará que comas de más porque probablemente te levantarás hasta que haya terminado tu programa. También es un manera fácil de perder el control.

6. Cepíllate los dientes
Tanto en la mañana como en la tarde lavarte los dientes y usar hilo dental, le dan al cuerpo señales de que has terminado de comer. Además comer después de lavar los dientes, no es muy agradable para el sentido del gusto.

7. Mantente fuera de tu casa el mayor tiempo posible
Salir te ayudará a evitar la tentación de comer la comida acumulada y esos antojos que hay en tu despensa. Aprovecha para caminar o hacer alguna actividad física.

8. No comas en cajas de comida rápida
Poner la comida en un plato extendido, te ayudará a visualizar la cantidad que realmente estás comiendo. Es más fácil excederte cuando comes directamente de una bolsa de papas o de la caja de tu comida rápida.

9. Cambia tu vajilla

¡El tamaño sí importa! Los estudios demuestran que las personas tienden a consumir más alimentos cuando comen en platos grandes y tazones demasiado profundos. Además procura que tu vajilla sea azul, ya que este color es un supresor natural del apetito, contrario al amarillo o rojo que lo estimulan.

10. Come antes de salir
Una fiesta de cumpleaños, una reunión con amigos o cualquier evento en el que tengas acceso a comida, es peligrosa, sobre todo si llegas muriendo de hambre. Para evitarlo toma una pequeña comida o merienda baja en calorías, antes de salir. Eso te ayudará a no caer en la tentación.

Fuente.- thebeautyeffect.com

jueves, 15 de mayo de 2014

¿Es la obesidad un obstáculo para conseguir empleo?

El sobrepeso y la obesidad afectan diversos aspectos en la salud física de las personas, incluso se colocan como la quinta causa de muerte a nivel mundial según datos de la Organización Mundial de la Salud.

dmás genera problemas para la salud emocional de las personas y afecta algunos factores que usted debe tomar en cuenta según una encuesta de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), revela que la forma de vestir, el equilibrio emocional, la búsqueda de trabajo y la vida sexual son algunos de los factores más afectados por la obesidad y el sobrepeso.

La Organización Internacional del Trabajo asegura en su estudio titulado “Igualdad en el trabajo: un objetivo que sigue sin cumplirse” que las personas con obesidad tienen más dificultades para conseguir empleo.

Además, la OIT afirma que estas políticas discriminatorias aumentaron en los últimos años, luego de analizar la situación en 180 países.

Fuente.- tusemanario.com

martes, 13 de mayo de 2014

Actividad física, clave en el combate contra la obesidad

La actividad física es un factor clave para el combate a la obesidad coincidieron, académicos, expertos y deportistas de alto rendimiento que participaron en el “Foro sobre actividad física y salud” que se llevó a cabo en la Universidad Iberoamericana (UIA).

Guillermo Meléndez, director ejecutivo del ILSI de México, afirmó que “es necesario re direccionar las acciones para combatir la obesidad desde el punto de actividad física y no sólo desde la ingesta, ya que no es el único factor a considerar en el combate a la obesidad”.

Durante el foro los ponentes coincidieron desde cada uno de sus campos de especialización que es fundamental que se promuevan  políticas públicas orientadas al fomento del deporte y ejercicio físico para combatir la obesidad y todos los padecimientos que conlleva el sedentarismo.

En el encuentro se analizaron los resultados del “Módulo de práctica deportiva y ejercicio físico 2013” realizado por el INEGI con el objetivo analizar los factores que inciden en que las personas sean sedentarias y así poder generar propuestas de políticas públicas que permitan hacer frente al problema de sedentarismo en México, donde el 56.2% de la población es inactiva físicamente, y de este dato casi seis de cada 10 son mujeres. Con respecto a los mexicanos activos físicamente el 54.4% son hombres que dedican en promedio tres horas 57 minutos semanales.

Fuente.- cronica.com.mx

lunes, 12 de mayo de 2014

Obesidad provocaría pérdida de masa muscular y densidad ósea

Las personas con obesidad podrían tener un nuevo riesgo médico, sumado a los que ya se conocen como el de desarrollar diabetes tipo II o una enfermedad cardiovascular, pues además enfrentarían pérdida de masa muscular y densidad ósea, según investigadores de la Universidad Estatal de Florida.

El síndrome se denomina obesidad osteosarcopénica, el cual vincula el deterioro de la densidad ósea y de la masa muscular con la obesidad.

Esta tríada expone a la población que tiene el síndrome a un mayor riesgo de caídas y fracturas de huesos.

Para llegar a estas conclusiones, la investigadora Jasminka Ilich-Ernst examinó los expedientes de 200 mujeres que habían participado en estudios previos donde se había medido la densidad ósea, la masa muscular y el tejido graso por diferentes razones.

Ilich-Ernst dijo, en el sitio de la universidad, que el problema es más frecuente con las mujeres de más edad, pero que afectaría a personas de todas las edades y géneros.

"Solía ​​pensarse que a más peso, mejor para los huesos, porque tendrían que fortalecerse para soportar ese peso; pero, eso sólo es cierto hasta cierto punto", dijo otra de las investigadoras, Hazel Stiebeling.

La Organización Mundial de la Salud  ( OMS) tiene un indicador para categorizar el peso de acuerdo con la altura de las personas. Con este, llamado índice de masa corporal ( IMC), se puede determinar si una persona adulta tiene obesidad.

Fuente.- nacion.com

domingo, 11 de mayo de 2014

La obesidad no es mala... ¡para los osos polares!

Los osos polares poseen adaptaciones genéticas únicas que le permiten acumular gran cantidad de grasa en su cuerpo sin padecer problemas derivados de esta condición, como la ateroesclerosis.

Así lo revela el análisis del genoma de este animal, que publica la revista Cell y que fue desarrollado por un equipo internacional de científicos.

Los genes indicados en el estudio están relacionados con el metabolismo del ácido graso y la función cardiovascular.

Los osos polares mantienen una dieta alta en grasa, lo que evita la formación de placas en las arterias y las enfermedades cardiovasculares que afligen a los seres humanos cuando tienen dietas ricas en grasa.

Estos genes pueden dar una idea de cómo proteger a los humanos de estos efectos nocivos.

El trabajo reveló, además, que los osos polares divergieron de los osos pardos hace medio millón de años.

Fuente.- eluniversal.com.mx

 

viernes, 9 de mayo de 2014

Ortorexia, peligrosa obsesión por la comida saludable

"Era muy estricta. Básicamente ingería jugos o batidos verdes por la mañana, y una ensalada por la noche. No podía salir con mis amigos, estaba tan débil que se me hacía difícil trabajar y después de la oficina no podía hacer nada más", dice Deborah Copeland, una mujer estadounidense a quien le obsesionaba ingerir alimentos saludables y que recientemente entregó su testimonio a "HuffPost Live".

Copeland sufría de lo que se denomina ortorexia u obsesión por comer productos sanos, trastorno que -según dijo- comenzó cuando era una veinteañera. "Fue en unas vacaciones cuando todos comían pavo, mientras que yo me hacía un batido o una sopa verde (…) Pero nadie me decía nada porque yo tenía una excusa razonable: estaba comiendo saludablemente", relató.

Sin embargo, su fijación comenzó a descontrolarse y ella se percató de eso en una visita al supermercado. "No sabía si era mejor acelga o col rizada para mi batido, porque no podía recordar bien la receta. Así que empecé a llorar, porque me parecía muy importante hacerlo bien", contó.

Copeland admitió que era tan perfeccionista, que comenzó a aislarse del resto de las personas, no tenía una relación amorosa con nadie y dejó de ver a sus amigos.

Y aunque reconoció que antes había experimentado con todo tipo de dietas, aseguró que lo que padecía no era anorexia o bulimia, sino "una obsesión por la comida que ponía en mi cuerpo".

Según la Organización Nacional de Desórdenes Alimenticios de EE.UU. (NEDA, por su sigla en inglés), la ortorexia no está oficialmente considerada como un trastorno -algo parecido a lo que ocurre con la permarexia u obsesión de contar calorías- pero es similar a otros sí reconocidos como la anorexia o la bulimia. La diferencia radica que en éstas la obsesión está en las calorías y el peso, mientras que en la ortorexia está en comer de manera saludable.

Ya en 2007 psicólogos y nutricionistas advirtieron sobre esta patología, y calificaron a quienes la sufren como "autistas alimentarios, abocados a la infelicidad", ya que ponen demasiada atención a lo que comen, evitan actos sociales para no "caer en la tentación" y se sienten culpables si no comen lo que "deben".

"Los ortoréxicos pueden ser socialmente aislados, generalmente porque planean su vida en torno a la comida. Pueden tener poco espacio en su vida para otra cosa que no sea pensar y planear lo que comerán", señala Karin Kratina, nutricionista especializada en problemas alimenticios, en la página web de NEDA.

Fuente.- elpais.com

 

jueves, 8 de mayo de 2014

Obesidad a los 25, camino a la obesidad severa en los 35

El sobrepeso a los 25 años aumenta el riesgo de padecer graves problemas de salud en no más de una década. Es la conclusión de un reciente estudio llevado a cabo por las universidades de Nueva York y Wyoming (EU) y publicado en la revista American Journal of Preventive Medicine.

Los investigadores analizaron los datos del Estudio Nacional de Salud y Nutrición de EU 1999-2010 (NHANES), con objeto de relacionar el índice de masa corporal (IMC) a los 25 años con el riesgo de obesidad con vista a 10 años más y su efecto en la salud. Así, descubrieron que los hombres que eran obesos con 25 años tenían una probabilidad de un 23,1% de tener obesidad de clase III (IMC+40) después de los 35 años. Para las mujeres el porcentaje era mucho más alto: una probabilidad de un 46,9% de tener obesidad severa con 35 años.

El lado positivo de las conclusiones del estudio que vinculan la obesidad en la veintena como indicador del riesgo cardiovascular y síndrome metabólico, es que la pérdida de peso en cualquier etapa de la vida puede ayudar a reducirlo. Esto es, con independencia de la cantidad de tiempo que alguien haya tenido sobrepeso, la pérdida del mismo siempre será una ayuda para reducir el riesgo de padecer problemas de salud en el futuro.

“Los resultados sugieren que los riesgos biológicos de la obesidad a largo plazo se deben principalmente a la probabilidad de ser obeso de adulto y no al tiempo durante el cual se ha sido obeso. Esta es, en cierta medida, una buena noticia ya que muestra que los jóvenes con sobrepeso y obesidad pueden tomar medidas para dejar de serlo pueden prevenir sus factores de riesgo biológicos”, afirma Jennifer B. Dowd, líder de estudio.

Fuente.- vanguardia.com.mx

 

martes, 6 de mayo de 2014

Obesidad empeora síntomas del asma

En los últimos años se ha observado un aumento del número de personas con asma y obesidad en los países desarrollados, un hecho que ha llevado a realizar diferentes estudios sobre el grado de relación entre ambas patologías. Por separado, son dos trastornos crónicos muy prevalentes y de gran impacto en la salud pública. “Coincidiendo con dicho incremento, numerosos trabajos han sugerido una relación entre asma y obesidad. Aunque la naturaleza exacta de esta asociación no se ha aclarado completamente, según los datos epidemiológicos publicados , la obesidad precede al asma, aumenta tanto su prevalencia como su gravedad y puede alterar la eficacia de los fármacos utilizados habitualmente para su tratamiento”, explica la Dra Valentina Gutiérrez miembro del Comité de Asma de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) al frente de la Unidad de Alergología del Hospital Casa de Salud.

Con motivo de la celebración del Día Mundial del Asma, la SEAIC se une a la iniciativa de la Global Initiative for Asthma (GINA), que desde 1998 celebra este día el primer martes de mayo en todo el mundo, con el objetivo de crear conciencia y mejorar el cuidado de esta patología.

Estudios realizados en España muestran que entre un 3% y un 7% de la población adulta tiene asma. Esta cifra es algo más elevada (entre un 5% y un 10%) en la población menor de 6 años y en las últimas cuatro décadas se ha triplicado el número de casos de asma, convirtiéndose en un auténtico problema de salud pública.

Hay varios factores que pueden explicar la relación entre asma y obesidad. El primero, y puramente mecánico, es la reducción de la capacidad de adaptación o elasticidad pulmonar del sujeto asmático cuando aumenta de peso. Al ganar peso, se amplía el tejido adiposo y con ello la masa de tejido que se debe movilizar, mermando la ventilación pulmonar. Además, el propio tejido adiposo favorece una situación de inflamación crónica que repercute a nivel pulmonar. No se debe olvidar que el asma bronquial es, en sí misma, una enfermedad inflamatoria.

La mayoría de los estudios prospectivos demuestran que la obesidad es un factor de riesgo para el diagnóstico de asma, con un incremento del 1,1 y 3 veces. En el estudio con mayor número de sujetos incluidos y con un seguimiento más prolongado (135.000 pacientes durante 21 años) la incidencia del asma aumentó un 10% y un 7% por unidad de incremento de Índice de Masa Corporal (IMC) en hombres y mujeres, respectivamente . Sin embargo, no siempre se confirma esta relación.

En población pediátrica, el estudio prospectivo más reciente realizado en niños (4.393 niños sin síntomas de asma durante los primeros dos años de vida, seguidos durante 14 años) demostró que en el grupo con un IMC elevado (por encima de percentil 85) en el momento del reclutamiento (2 años) desarrolló asma en una proporción mayor que los niños incluidos con un IMC bajo . “Este dato confirma que la obesidad es una factor de riesgo para la aparición de asma durante la primera infancia, que es el momento en el que desarrollan la enfermedad una gran parte de los pacientes”.

Fuente.- vlcnoticias.com

 

lunes, 5 de mayo de 2014

Obesidad causa daño pulmonar

El experto en cardiología y neumología Julio Sandoval Zárate, subdirector de Investigación Clínica del Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez, sostuvo que  la obesidad reduce el tamaño de los pulmones, condición que genera hipertensión pulmonar (HP), trastorno incurable en el que la presión de las arterias está por encima de lo normal.

Las personas con HP desarrollan una marcada reducción en la tolerancia al ejercicio, debido la sensación de falta de aire, ahogamiento, ansiedad y dificultad general para respirar, que presentan durante la actividad física.

Aminorex, Diomeride y Femfluramina son algunas de las sustancias activas que formaron parte de los medicamentos para bajar de peso en la década de los 80 y que la ciencia descubrió que generaban hipertensión arterial pulmonar, señala el investigador.

“Hubo una epidemia de muertes en mujeres de entre 20 y 40 años de edad que deseaban disminuir su peso, pero que morían por hipertensión pulmonar. Y es que estos medicamentos lesionaban la calidad de las arterias en los pulmones”.

Desde hace 30 años se prohibieron dichos medicamentos; sin embargo, es probable que los fármacos actuales puedan dañar el tejido pulmonar.

Fuente.- excelsior.com.mx

 

sábado, 3 de mayo de 2014

La obesidad saludable es un mito

Una persona obesa que tenga un nivel normal de presión arterial, colesterol y azúcar en la sangre, todavía sigue teniendo un riesgo de sufrir enfermedades cardiacas, según informan unos investigadores coreanos en la edición en línea del 30 de abril de la revista Journal of the American College of Cardiology.

En el estudio de más de 14,000 hombres y mujeres de 30 a 59 años de edad, los que eran obesos tenían una mayor acumulación de placa en las arterias, lo que les pone en un riesgo mayor de enfermedades cardiacas y de accidente cerebrovascular que las personas con un peso normal, descubrieron los investigadores.

"Han habido intentos para ver si hay un grupo de personas que son obesas y están en buen estado de salud", dijo el Dr. Rishi Puri, director médico del laboratorio principal de escáneres para la aterosclerosis en la Clínica Cleveland y autor de un editorial acompañante en la revista.

Puri indicó que aunque una persona obesa tenga unos niveles normales de presión arterial, colesterol y azúcar en la sangre, esas mediciones probablemente cambien a lo largo del tiempo y se vuelvan anómalas, poniendo al paciente en riesgo de enfermedades cardiacas, accidente cerebrovascular y diabetes.

También cuestionó la necesidad, tanto para la investigación como para la atención del paciente, de intentar definir la obesidad saludable. "¿Qué es lo que queremos lograr? ¿En qué medida ayuda esto a la sociedad?", preguntó.

"Tenemos un enorme reto a nivel de salud pública e individual en la lucha contra los trastornos relacionados con la obesidad. Ser obeso no afecta solamente al corazón. Ser obeso significa que se es más propenso a tener enfermedades de las articulaciones, trastornos psiquiátricos y cánceres", señaló Puri.

Añadió que, a lo largo de las dos décadas siguientes, la obesidad y sus consecuencias tendrán un gran costo en atención de la salud.

Fuente.- elexpres.com

viernes, 2 de mayo de 2014

Diabetes, más letal que la bomba atómica

La mortalidad ocasionada por la diabetes superó el número de decesos originados por este artefacto bélico. En 2013 originó 5 millones de muertes

La diabetes está considerada como una de las grandes prioridades de la agenda pública nacional.

El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) tiene una fórmula conocida como 3-4-50, que se traduce en tres factores de riesgo que influyen en la problemática de salud nacional: la mala alimentación, la nula actividad física y el consumo del tabaco, que ocasionan cuatro padecimientos: la enfermedad coronaria, la diabetes,males pulmonares y cáncer; los cuales provocan el 50 por ciento de las muertes en México, señala el doctor Simón Barquera, director de Investigación en Políticas y Programas de Nutrición, del Instituto Nacional de Salud (INSP).

La mortalidad por problemas de diabetes en nuestro país representa 83 mil decesos anuales, que en promedio se encuentran entre los 66.7 años de edad, "es decir, como si se bombardeara ciudades enteras", indica el doctor Barquera.

Los factores de riesgo que generan muertes son: elevación de la glucosa, obesidad, hipertensión arterial, consumo de alcohol y tabaco, bajo consumo de frutas y verduras, así como poca actividad física.

Fuente.- eluniversal.com.mx

jueves, 1 de mayo de 2014

Buscan británicos píldora "anti-apetito"

En el año 2050, la mitad de los británicos padecerán obesidad, según un estudio auspiciado por el National Obesity Forum. Mientras el Gobierno británico busca medidas para contener la que muchos médicos tildan como epidemia del siglo XXI, un grupo de científicos del Imperial College de Londres ha propuesto la posibilidad de crear una píldora «anti-apetito» gracias al descubrimiento de una nueva molécula que bloquearía esta sensación cerebral desde el intestino.

Para alcanzar esta conclusión analizaron cómo el ser humano experimenta una sensación de saciedad cuando ingiere fruta y verdura, ya que se libera fibra de acetato en el intestino. Tras rastrear esta molécula, detectaron que su camino culmina en la región del hambre del hipotálamo cerebral. Por lo tanto, sería posible crear una pastilla derivada de acetato para ayudar a la gente a no tener hambre.

«El principal desafío es desarrollar una versión que proporcione la cantidad de acetato necesaria para suprimir el apetito, pero en una forma que sea segura para los seres humanos», declaró el profesor Gary Frost, del Imperial College, al diario «The Telegraph».

El estudio va más allá e indica que la obesidad se ha disparado en los últimos años debido a la sustitución de alimentos tradicionales por comida procesada que no reacciona con las bacterias del intestino. La dieta europea hoy contiene cerca de 15 gramos de fibra al día, mientras que en la Edad de Piedra tenía unos 100 gramos.

«Lamentablemente, nuestro sistema digestivo no ha evolucionado todavía para hacer frente a esta dieta moderna y eso contribuye a la epidemia de obesidad», ha explicado Frost.

Los resultados de la investigación se probaron con un grupo de ratones a los que se alimentó de forma diferente. Los roedores con una dieta alta en grasas junto a inulina (una molécula natural de nuestro organismo que disminuye el apetito) comían menos y ganan menos peso que los que no recibían inulina. Además, se demostró cómo el acetato se acumulaba en el hipotálamo cerebral, donde se desencadenan reacciones químicas para eliminar el hambre. En otro de los experimentos, demostraron cómo la inyección de acetato en sangre acababa reduciendo los alimentos consumidos.

Aunque la investigación, publicada en «Nature Communications», debería animar a tomar más fibra en forma de cereales o verdura, también esperan que el hallazgo sea aprovechado para fabricar medicinas que frenen la ingesta excesiva de calorías y por tanto ayude a combatir el sobrepeso y la obesidad.

Fuente.- abc.es