1.- No hacer ejercicio
No hacer actividad física por falta de tiempo o predisposición es otro error frecuente a la hora de intentar bajar de peso. El cuerpo debe eliminar los depósitos de grasa extra y fortalecer los músculos, por lo que requiere que realices una actividad ligera o moderada, por lo menos tres veces a la semana.
Además de acelerar tu metabolismo y ayudarte a alcanzar tu objetivo, con la actividad física se libera la ‘hormona de la felicidad’ y se fortalecen los músculos y los huesos.
2.- Realizar comidas ‘premio’
Los seres humanos somos expertos en idear excusas o negociar a la hora de ceder ante una tentación dulce. La mentira de “será sólo por esta vez” o “me lo merezco por haber ejercitado” es la antesala del fracaso de la meta y el inicio de la culpa posterior.
Si te cuesta mucho negarte estos premios, reemplázalos por versiones con menos calorías, como un helado de yogurt dietético, sólo los fines de semana. Durante la semana, ten siempre a mano una fruta y ejercita tu fuerza de voluntad.
3.- No tomar agua
No consumir agua o reemplazarla por opciones saborizadas, bebidas dietéticas o té es un error común. Aunque no tenga un sabor determinado, el agua es el líquido esencial y primario de nuestro organismo, por lo que debemos consumirlo diariamente. Se recomienda ingerir, como mínimo, dos litros y medio de agua por día.
Puedes optar por el agua con gas y complementarla con jugos, pero nunca elimines por completo la ingesta de este líquido vital. La hidratación del cuerpo es un asunto que debe ser tomado muy en serio.
4.- Aprovechar fiestas y fines de semana
Es imposible no acudir a fiestas y reuniones, sobre todo los fines de semana. En esos casos, no permitas que tu esfuerzo de la semana se esfume ante un plato o una copa de más. Planifica qué comerás y beberás y, si es posible, come algo en casa antes de salir, a fin de saciarte a medias de antemano.
Recuerda que las bebidas alcohólicas contienen calorías vacías, es decir que no aportan ningún valor nutricional. Por eso, limita su consumo a sólo una o dos copas.
5.- Rendirse y abandonar
Dado que el organismo está acostumbrado a una cantidad y una calidad determinadas de alimentos, durante las primeras semanas te resultará difícil mantener una nueva rutina de alimentación. Además de ello, a tu cuerpo le tomará tiempo adaptarse al cambio e iniciar la pérdida de peso.
Es probable que tu balanza siga indicando el mismo peso o, incluso, que registre un ligero aumento, sobre todo si ejercitas con pesas. Si te tomó tiempo ganar peso, también te tomará tiempo perderlo.
Pero mantente firme durante este período de adaptación; recuerda pensar en esto como un estilo de vida diferente para los siguientes años.
Fuente.- tiemporeal.mx
No hacer actividad física por falta de tiempo o predisposición es otro error frecuente a la hora de intentar bajar de peso. El cuerpo debe eliminar los depósitos de grasa extra y fortalecer los músculos, por lo que requiere que realices una actividad ligera o moderada, por lo menos tres veces a la semana.
Además de acelerar tu metabolismo y ayudarte a alcanzar tu objetivo, con la actividad física se libera la ‘hormona de la felicidad’ y se fortalecen los músculos y los huesos.
2.- Realizar comidas ‘premio’
Los seres humanos somos expertos en idear excusas o negociar a la hora de ceder ante una tentación dulce. La mentira de “será sólo por esta vez” o “me lo merezco por haber ejercitado” es la antesala del fracaso de la meta y el inicio de la culpa posterior.
Si te cuesta mucho negarte estos premios, reemplázalos por versiones con menos calorías, como un helado de yogurt dietético, sólo los fines de semana. Durante la semana, ten siempre a mano una fruta y ejercita tu fuerza de voluntad.
3.- No tomar agua
No consumir agua o reemplazarla por opciones saborizadas, bebidas dietéticas o té es un error común. Aunque no tenga un sabor determinado, el agua es el líquido esencial y primario de nuestro organismo, por lo que debemos consumirlo diariamente. Se recomienda ingerir, como mínimo, dos litros y medio de agua por día.
Puedes optar por el agua con gas y complementarla con jugos, pero nunca elimines por completo la ingesta de este líquido vital. La hidratación del cuerpo es un asunto que debe ser tomado muy en serio.
4.- Aprovechar fiestas y fines de semana
Es imposible no acudir a fiestas y reuniones, sobre todo los fines de semana. En esos casos, no permitas que tu esfuerzo de la semana se esfume ante un plato o una copa de más. Planifica qué comerás y beberás y, si es posible, come algo en casa antes de salir, a fin de saciarte a medias de antemano.
Recuerda que las bebidas alcohólicas contienen calorías vacías, es decir que no aportan ningún valor nutricional. Por eso, limita su consumo a sólo una o dos copas.
5.- Rendirse y abandonar
Dado que el organismo está acostumbrado a una cantidad y una calidad determinadas de alimentos, durante las primeras semanas te resultará difícil mantener una nueva rutina de alimentación. Además de ello, a tu cuerpo le tomará tiempo adaptarse al cambio e iniciar la pérdida de peso.
Es probable que tu balanza siga indicando el mismo peso o, incluso, que registre un ligero aumento, sobre todo si ejercitas con pesas. Si te tomó tiempo ganar peso, también te tomará tiempo perderlo.
Pero mantente firme durante este período de adaptación; recuerda pensar en esto como un estilo de vida diferente para los siguientes años.
Fuente.- tiemporeal.mx
Twitter: @bandagastrica
Síguenos en Facebook: http://www.facebook.com/banda.gastrica
No hay comentarios:
Publicar un comentario