miércoles, 30 de octubre de 2013

De obeso mórbido a maratonista

La esposa de Dan Hyatt, Shelley, había estado preocupada durante algún tiempo cuando él llegó a pesar 152 kilos. Su esposo tenía mal genio y una mala actitud porque odiaba su apariencia y la forma en que se sentía. Tomaba varias medicinas para la hipertensión y usaba una máquina de presión positiva continua (CPAP) por la noche para tratar su apnea del sueño. Ella intentaba evadir el problema, pero tenía miedo de quedarse viuda.

El 13 de enero de 2012, Hyatt se arrastró a la cima de una torre en la planta de plásticos donde trabajaba, se inclinó y luchó por tomar aire. Ahí fue cuando finalmente reaccionó; si no bajaba de peso, no viviría para ver a sus tres hijas graduarse de la escuela, casarse o tener sus propios hijos.

Había tenido problemas de peso durante toda su vida a causa de malos hábitos alimenticios y poco ejercicio; Hyatt sí había logrado adelgazar antes, pero sólo para engordar de nuevo. Así que esta vez no se fijó una meta para perder peso.

Se propuso un desafío más grande: competir en un triatlón "Ironman" en cinco años o menos. Podría decirse que ésta es la carrera de resistencia más dura del mundo, el Ironman consiste en un nado de 3,8 kilómetros, un recorrido en bicicleta de 180 kilómetros y una maratón de 42 kilómetros sin descanso.

Ocho meses más tarde, Hyatt había completado su primera triatlón, había corrido su primera maratón y había bajado casi 45 kilos. Hasta la fecha, ha bajado 60 kilos y 30 centímetros de su cintura al ejercitarse de 12 a 14 horas a la semana – nadando, corriendo, montando en bicicleta y haciendo yoga – además, siguiendo una dieta bastante estricta.

Artículo completo en cnn.com
 

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