Dan Ariely, economista del MIT y pionero en la Economía del Comportamiento, que investiga cómo factores emocionales, sociales y cognitivos afectan a las personas, tiene algunos consejos para que en estas fiestas comas bien, pero no de más. La clave está en construir una cena que no fomente comer de más, aquí algunos consejos:
1. La gente juzga su saciedad en función de lo que queda en el plato, no en lo que ha comido. Usar platos pequeños o servir raciones chicas ayudará a que no comas de más.
2. No pongas la comida al centro. Sirve las porciones en la cocina, llévalas al comedor y deja los platillos en la cocina. Es más difícil que la gente repita un plato si está lejos a si está frente a ellos.
3. Empieza con una sopa pesada y baja en calorías. Si se empiezan a llenar desde el primer plato, comerán menos después.
4. Evita tener una gran variedad de platillos. Mientras más opciones se tienen, mayor es el deseo de probar todo. ¿Cuánto aguantarías repetir el mismo platillo? No mucho.
5. No te esfuerces en elaborar platillos bajos en calorías, la gente no mide qué tan satisfecho está basándose en eso. Lo que más llena son los alimentos ricos en fibra y con alto contenido de agua. ¿El mejor ejemplo? ¡Los brócolis!
6. No compres la cena hecha, pues éstas tienden a ser preparadas con menos cuidado para tu salud. No querrás comer algo que se frió en aceite de tres días o que no conoces en qué estado se encontraba. Compra tú los insumos para tu cena y prepárala.
7. No te preocupes por una, dos o tres cenas de la temporada, ¡preocúpate por el resto del año!
Y si todo esto falla, Ariely recomienda usar una camisa ajustada.
Fuente.- dineroenimagen.com
1. La gente juzga su saciedad en función de lo que queda en el plato, no en lo que ha comido. Usar platos pequeños o servir raciones chicas ayudará a que no comas de más.
2. No pongas la comida al centro. Sirve las porciones en la cocina, llévalas al comedor y deja los platillos en la cocina. Es más difícil que la gente repita un plato si está lejos a si está frente a ellos.
3. Empieza con una sopa pesada y baja en calorías. Si se empiezan a llenar desde el primer plato, comerán menos después.
4. Evita tener una gran variedad de platillos. Mientras más opciones se tienen, mayor es el deseo de probar todo. ¿Cuánto aguantarías repetir el mismo platillo? No mucho.
5. No te esfuerces en elaborar platillos bajos en calorías, la gente no mide qué tan satisfecho está basándose en eso. Lo que más llena son los alimentos ricos en fibra y con alto contenido de agua. ¿El mejor ejemplo? ¡Los brócolis!
6. No compres la cena hecha, pues éstas tienden a ser preparadas con menos cuidado para tu salud. No querrás comer algo que se frió en aceite de tres días o que no conoces en qué estado se encontraba. Compra tú los insumos para tu cena y prepárala.
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