El sitio RealSimple.com ofrece siete consejos para poder consumir tentempiés de manera saludable.
1. Prepara tu comida
Aunque tengan que amarrarte al escritorio para evitar caer en la tentación de los pasteles envueltos en papel celofán y los panqués y galletas, debes resistir. Casi todas las botanas tienen muy pocas vitaminas, nutrientes y proteínas, y son altos en calorías, grasas, azúcar y sodio, lo que puede inhibir la retención del calcio que el cuerpo requiere.
2. Un bocadillo balanceado
¿Una pera en lugar de unos cacahuates? Cierto es que la pera -y todas las frutas-, tiene una gran cantidad de carbohidratos, pero la diferencia es el tipo de carbohidrato: los mejores son aquellos que se queman lentamente, como los de las frutas.
Los carbohidratos son metabolizados y descargan sus calorías de forma inmediata – por eso, cuando comes dulces o caramelos, sientes una carga de energía, sin embargo, al poco tiempo el efecto se termina.
Por ejemplo, al comer un bocadillo de galletas saladas -que contienen carbohidratos por el uso de harina refinada-, las encimas de la saliva convierten en aproximadamente 20 minutos, los carbohidratos en glucosa, alcanzando su punto máximo en la corriente sanguínea y apagando la alarma de hambre.
Desafortunadamente, en otros 20 minutos, la glucosa se quema completamente y se almacena en tu cuerpo, entonces la alarma del hambre, comienza a sonar una vez más.
La fruta tiene más fibra que las galletas saladas, lo que hará que se metabolicen más lentamente. Para prolongar la satisfacción, se necesita añadir proteína y grasa (que casi siempre van de la mano), y que toma más tiempo de metabolizar. Así que una pera con un trozo de queso cheddar o con yogurt bajo en grasa te permitirá estar sarisfecho por algunas horas.
3. Come para mantener tu peso
Los bocadillos pueden impedir que engordes.
Comer bocadillos ayuda a controlar el apetito y el peso, porque cuando si llegas a la mesa con el estómago vacío, quieres comer todo de forma muy rápida, comer de más o simplemente estar sentado comiéndo todo el pan de la forma más rápida posible.
Casi todas las mujeres requieren 2,000 calorías por día, incluyendo los bocadillos. Lo ideal, sería tener cinco pequeñas comidas de 400 calorías, pero eso no es realista.
Lo que se recomienda es el tradicional “big three” (“tres grandes”), con platillos reducidos, y dos mini-comidas bien balanceadas.
4. Controla tu estrés
Puede que reconozcas algunos síntomas de estrés: fatiga, falta de concentración, poco carácter...
De acuerdo a un estudio realizado por el Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la University College London, los estudiantes comen más bocadillos y menos frutas y verduras cuando están bajo presión.
El detonante de la necesidad de comer en condiciones de estrés es el cortisol, dicen los investigadores de la Universidad de California, en Estados Unidos. El cortisol se libera durante situaciones de estrés físico o emocional, y se incrementa el antojo de carbohidratos, especialmente de dulces.
5. Una vez al mes, date permiso...si eres mujer
¿Es ese tiempo del mes? Las mujeres son más propensas a tomar y comer de más en las dos semanas previas a sus períodos si están ovulando (la mayor parte de las mujeres que toman la píldora no tienen ovulación).
El flujo menstrual es provocado por la secreción de progesterona, que es estimulante del calor que quema las calorías. Así, sin tener que levantar más de tres libras – o el dedo, para ser más claros – su cuerpo quemará más calorías que lo que quema en el resto del mes, y su hambre lo compensa.
En un estudio de la Universidad de British Columbia, se observó que las mujeres comían un promedio de 260 calorías adicionales al día mientras estaban ovulando.
6. Busca calcio y olvida el sodio
El consumo diario recomendado de calcio es de 1,000 miligramos, y la mayor parte de la mujeres no ingieren lo suficiente. Es más, entre más sal consumas, retienes menos calcio en el cuerpo.
Por ejemplo, una bolsa de Cheetos de 100 gramos, contiene 1,000 miligramos de sodio, que reducirá 20 miligramos de calcio, una mujer con osteoporosis debería pensar dos veces antes de comer frituras.
7. Toma mucha agua
Ya comiste. Ya comiste tu bocadillo. Y todo lo que quieres es tomar una buena siesta.
Cuando tengas poca energía, toma agua. Algunos estudios han demostrado que la fatiga es uno de los primeros síntomas de deshidratación.
1. Prepara tu comida
Aunque tengan que amarrarte al escritorio para evitar caer en la tentación de los pasteles envueltos en papel celofán y los panqués y galletas, debes resistir. Casi todas las botanas tienen muy pocas vitaminas, nutrientes y proteínas, y son altos en calorías, grasas, azúcar y sodio, lo que puede inhibir la retención del calcio que el cuerpo requiere.
2. Un bocadillo balanceado
¿Una pera en lugar de unos cacahuates? Cierto es que la pera -y todas las frutas-, tiene una gran cantidad de carbohidratos, pero la diferencia es el tipo de carbohidrato: los mejores son aquellos que se queman lentamente, como los de las frutas.
Los carbohidratos son metabolizados y descargan sus calorías de forma inmediata – por eso, cuando comes dulces o caramelos, sientes una carga de energía, sin embargo, al poco tiempo el efecto se termina.
Por ejemplo, al comer un bocadillo de galletas saladas -que contienen carbohidratos por el uso de harina refinada-, las encimas de la saliva convierten en aproximadamente 20 minutos, los carbohidratos en glucosa, alcanzando su punto máximo en la corriente sanguínea y apagando la alarma de hambre.
Desafortunadamente, en otros 20 minutos, la glucosa se quema completamente y se almacena en tu cuerpo, entonces la alarma del hambre, comienza a sonar una vez más.
La fruta tiene más fibra que las galletas saladas, lo que hará que se metabolicen más lentamente. Para prolongar la satisfacción, se necesita añadir proteína y grasa (que casi siempre van de la mano), y que toma más tiempo de metabolizar. Así que una pera con un trozo de queso cheddar o con yogurt bajo en grasa te permitirá estar sarisfecho por algunas horas.
3. Come para mantener tu peso
Los bocadillos pueden impedir que engordes.
Comer bocadillos ayuda a controlar el apetito y el peso, porque cuando si llegas a la mesa con el estómago vacío, quieres comer todo de forma muy rápida, comer de más o simplemente estar sentado comiéndo todo el pan de la forma más rápida posible.
Casi todas las mujeres requieren 2,000 calorías por día, incluyendo los bocadillos. Lo ideal, sería tener cinco pequeñas comidas de 400 calorías, pero eso no es realista.
Lo que se recomienda es el tradicional “big three” (“tres grandes”), con platillos reducidos, y dos mini-comidas bien balanceadas.
4. Controla tu estrés
Puede que reconozcas algunos síntomas de estrés: fatiga, falta de concentración, poco carácter...
De acuerdo a un estudio realizado por el Departamento de Epidemiología y Salud Pública de la University College London, los estudiantes comen más bocadillos y menos frutas y verduras cuando están bajo presión.
El detonante de la necesidad de comer en condiciones de estrés es el cortisol, dicen los investigadores de la Universidad de California, en Estados Unidos. El cortisol se libera durante situaciones de estrés físico o emocional, y se incrementa el antojo de carbohidratos, especialmente de dulces.
5. Una vez al mes, date permiso...si eres mujer
¿Es ese tiempo del mes? Las mujeres son más propensas a tomar y comer de más en las dos semanas previas a sus períodos si están ovulando (la mayor parte de las mujeres que toman la píldora no tienen ovulación).
El flujo menstrual es provocado por la secreción de progesterona, que es estimulante del calor que quema las calorías. Así, sin tener que levantar más de tres libras – o el dedo, para ser más claros – su cuerpo quemará más calorías que lo que quema en el resto del mes, y su hambre lo compensa.
En un estudio de la Universidad de British Columbia, se observó que las mujeres comían un promedio de 260 calorías adicionales al día mientras estaban ovulando.
6. Busca calcio y olvida el sodio
El consumo diario recomendado de calcio es de 1,000 miligramos, y la mayor parte de la mujeres no ingieren lo suficiente. Es más, entre más sal consumas, retienes menos calcio en el cuerpo.
Por ejemplo, una bolsa de Cheetos de 100 gramos, contiene 1,000 miligramos de sodio, que reducirá 20 miligramos de calcio, una mujer con osteoporosis debería pensar dos veces antes de comer frituras.
7. Toma mucha agua
Ya comiste. Ya comiste tu bocadillo. Y todo lo que quieres es tomar una buena siesta.
Cuando tengas poca energía, toma agua. Algunos estudios han demostrado que la fatiga es uno de los primeros síntomas de deshidratación.
Fuente.- cnn.com
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