De aplicarse una estrategia de largo plazo para abatir la obesidad en adultos y niños, México tendría un ahorro de 4 millones de dólares al año por cada millón de habitantes, además detonaría la productividad, mientras que el Producto Interno Bruto (PIB) mejoraría 1.4%, reveló la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer).
Al presentar el libro El Problema de la Obesidad en México: diagnóstico y acciones regulatorias para enfrentarlo, Alfonso Carballo, titular de órgano, recordó que México es el segundo lugar mundial en esta enfermedad, así que si el país aspira a mejorar su competitividad debe convertirse en una nación sana.
De acuerdo con la Organización para Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), una persona con sobrepeso gasta 25% más en servicios de salud, gana 18% menos que el resto de la población sana y mantiene ausentismo laboral.
De hecho, precisó, en Estados Unidos (país que encabeza el sobrepeso mundial), los gastos médicos por obesidad y la producción industrial perdida equivalen a 1% del PIB de ese país, lo cual se traduce en implicaciones sociales y económicas. “La fuerza laboral se vuelve menos productiva como resultado de dichas afecciones y de muertes prematuras, lo que afecta a la productividad y al crecimiento económico del país, incluso se estima que para el 2017, en México el gasto en salud generado por la atención de enfermedades asociadas con el exceso de peso ascenderá a 150,000 millones de pesos”, alertó el titular de la Cofemer.
En un trabajo conjunto con Fundación Chespirito, Carballo destacó que en el país tres de cada 10 niños son obesos, en tanto las tasas de obesidad empiezan a apuntalarse en los niveles de secundaria.
“México enfrenta una población demográfica que pudiera convertirse en la principal palanca de desarrollo. El número de pobres de entre 15 y 29 años representa 26.72% de la población y ésta en edad de trabajar nunca había sido tan alta, que son más de 80 millones de personas. Si México no cambia, se desperdiciará el potencial de crecimiento económico”, sentenció.
El titular de la Cofemer dijo: “La relación entre productividad laboral y salud muestra que un aumento de 20 años en la expectativa de vida de la población se traduce en 1.4% adicional al PIB”.
Se requiere de una política con diversos actores de la población, el Estado, medios de comunicación, como estrategia del combate a la enfermedad. A lo que recomendó seguir revisando las imperfecciones en las regulaciones y los productos que se expenden en las escuelas.
Fuente.- Nota de Lilia González, difundida por eleconomista.com.mx
Al presentar el libro El Problema de la Obesidad en México: diagnóstico y acciones regulatorias para enfrentarlo, Alfonso Carballo, titular de órgano, recordó que México es el segundo lugar mundial en esta enfermedad, así que si el país aspira a mejorar su competitividad debe convertirse en una nación sana.
De acuerdo con la Organización para Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), una persona con sobrepeso gasta 25% más en servicios de salud, gana 18% menos que el resto de la población sana y mantiene ausentismo laboral.
De hecho, precisó, en Estados Unidos (país que encabeza el sobrepeso mundial), los gastos médicos por obesidad y la producción industrial perdida equivalen a 1% del PIB de ese país, lo cual se traduce en implicaciones sociales y económicas. “La fuerza laboral se vuelve menos productiva como resultado de dichas afecciones y de muertes prematuras, lo que afecta a la productividad y al crecimiento económico del país, incluso se estima que para el 2017, en México el gasto en salud generado por la atención de enfermedades asociadas con el exceso de peso ascenderá a 150,000 millones de pesos”, alertó el titular de la Cofemer.
En un trabajo conjunto con Fundación Chespirito, Carballo destacó que en el país tres de cada 10 niños son obesos, en tanto las tasas de obesidad empiezan a apuntalarse en los niveles de secundaria.
“México enfrenta una población demográfica que pudiera convertirse en la principal palanca de desarrollo. El número de pobres de entre 15 y 29 años representa 26.72% de la población y ésta en edad de trabajar nunca había sido tan alta, que son más de 80 millones de personas. Si México no cambia, se desperdiciará el potencial de crecimiento económico”, sentenció.
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Se requiere de una política con diversos actores de la población, el Estado, medios de comunicación, como estrategia del combate a la enfermedad. A lo que recomendó seguir revisando las imperfecciones en las regulaciones y los productos que se expenden en las escuelas.
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