lunes, 29 de abril de 2013

Falta de cariño provoca obesidad

El Dr. Máximo Ravenna explica desde hace mucho tiempo que la relación entre obesidad o sobrepeso corporal y el malestar psico-emocional es cada vez más recurrente. Los trastornos alimenticios son a la vez causa y consecuencia de numerosos problemas psicológicos; y los problemas del cuerpo y la mente se realimentan mutuamente, en un círculo vicioso, que de no interrumpirse compromete la salud.

Recientemente se conoció un informe de un grupo de científicos colombianos del “Programa Peso Saludable” que asegura que la mayoría de los pacientes que asisten a consultas por obesidad y sobrepeso confirman que el problema de fondo es que sufren falta de afecto. Según el trabajo, estas enfermedades están muy relacionadas con falencias espirituales como la falta de amor, compañía, amistades, etc. y eso lo suple la comida.

Germán Piñeres, director científico del relevamiento, anunció que los resultados arrojados muestran también que “los pacientes tienen problemas de relaciones personales con su familia, por lo general, desde la niñez”.

Para Ravenna “descubrir las relaciones entre los alimentos consumidos y el estado de ánimo y viceversa es el primer paso para frenar la costumbre de comer cuando se tienen problemas y de enojarse cuando las consecuencias de la comida se vislumbran en el aspecto físico”. A su vez, el especialista también explicó que no hay dudas de que la gordura modifica el estado de ánimo para mal, generando una relación de ida y vuelta entre estado de ánimo y obesidad que hace una sea causa y al mismo tiempo consecuencia de la otra.

Al respecto, el médico psicoterapeuta destaca que “aquéllos que padecen esta patología naturalmente generan reacciones negativas y desmedidas porque proyectan malas acciones sobre otras personas por haber bloqueado indirectamente el malestar con ellos mismos”. De este modo se observa que si llegaron a comer en forma desmedida para reemplazar la falta de cariño, una vez que alcanzan la obesidad se encuentran en un estado de fastidio y enojo casi permanente que los aleja cada vez más de la gente y, a la vez, del afecto que anhelan.

El Dr. Máximo Ravenna concluyó en que "para recuperarse hay que salir de este círculo vicioso, rompiendo con los cánones de la comida emocional, y así recuperar la libertad de experimentar los verdaderos sentimientos”.

Fuente.- genteba.com.ar

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