viernes, 14 de septiembre de 2012

Prohibe NY venta de refrescos grandes

La alcaldía de Nueva York prohibió el jueves la venta de bebidas azucaradas y gaseosas de más de medio litro en restaurantes, estadios y salas de cine, una iniciativa sin precedentes para luchar contra la obesidad en Estados Unidos.

La comisión de Salud del ayuntamiento aprobó por ocho votos, ninguno en contra y una abstención una iniciativa impulsada por el alcalde Michael Bloomberg y objeto de una fuerte oposición por parte de los fabricantes y vendedores de gaseosas.

“Este es el paso más grande que ha dado la ciudad para frenar la obesidad. Proponiendo límites a las bebidas azucaradas, Nueva York colocó la cuestión de la obesidad y el impacto de las bebidas azucaradas en primer plano a nivel nacional”, declaró Bloomberg tras la votación.

La restricción, que impone un límite de 470 centilitros, entrará en vigor el próximo 12 de marzo, con los cual los vendedores de refrescos y bebidas azucaradas tienen seis meses para prepararse.

El flamante estadio Barclays Center, sede de la nueva franquicia de la NBA Brooklyn Nets y que abrirá la semana próxima, será el primer gran centro deportivo y de entretenimientos de la ciudad en aplicar la medida de manera voluntaria, se informó.

Según la alcaldía, unos 6,000 neoyorquinos mueren anualmente a raíz de problemas vinculados con la obesidad y uno de cada ocho tiene diabetes.

Además, más de la mitad de los adultos en Nueva York (58 por ciento) son obesos o tienen sobrepeso, y este problema también afecta al 40 por ciento de los niños de las escuelas públicas.

La “epidemia” de obesidad afecta de manera más fuerte a las comunidades negra y latina y a los barrios de menores recursos, de acuerdo con la misma fuente.

El consumo de bebidas azucaradas, a menudo más baratas que el agua mineral y cuyos vasos grandes no son más caros que los pequeños, es una de las causas identificadas del problema.

“Espero que en el futuro veamos al día de hoy como un punto de inflexión en epidemias que se han cobrado la vida de miles neoyorquinos”, señaló en ese sentido el comisionado de Salud de la ciudad, Thomas Farley.

A fines del año pasado, la alcaldía ya había lanzado una campaña de sensibilización sobre este tema, en la que señalaba que 600 ml de soda diarios equivalían a 22 kilos de azúcar por año.

El objetivo declarado de la alcaldía es que para el 2016 el porcentaje de adultos que consumen una bebida azucarada por día pase del 30 por ciento al 20 por ciento.

Michael Bloomberg, de 70 años, es a menudo acusado de estar obsesionado con las cuestiones de salud y de atentar contra la sacrosanta libertad de sus conciudadanos en este terreno.

La comisión de Salud de Nueva York indicó que recibió más de 38,000 comentarios escritos y escuchó el testimonio de 55 personas durante el periodo de estudio de la propuesta.

A principios de junio y poco después del anuncio de las limitaciones a las sodas, el Centro por la libertad de los Consumidores (Center for Consumer Freedom) pagó una página de publicidad en el diario The New York Times en la que se veía al alcalde ataviado con bata y pañuelo con la leyenda “los neoyorquinos necesitan un alcalde, no una niñera”.

Fue también Bloomberg quien tomó la iniciativa de la prohibición de fumar en los bares y restaurantes en el 2003, una decisión que fue imitada en muchos otros lugares, y que se amplió en el 2011 a parques y plazas de la ciudad.



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