martes, 7 de agosto de 2012

Hipertensión: Cómo escapar del factor herencia

Realizar actividad física de forma habitual para prevenir las enfermedades cardiovasculares y otros trastornos relacionados con el sedentarismo es una de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Recientes estudios ofrecen nueva evidencia sobre cómo el ejercicio puede ayudar a revertir la probabilidad que una persona tiene de padecer una enfermedad por el hecho de haber nacido en una familia y no en otra.

Investigadores de la Facultad de Salud Pública Arnold de la Universidad de Carolina del Sur en Columbia mostraron la relación inversamente proporcional que tiene el ejercicio y la historia familiar en la hipertensión arterial.

Los investigadores siguieron, durante una media de 4,7 años, a un grupo de 6.278 adultos caucásicos cuya edad oscilaba entre los 20 y 80 años. Todos ellos estaban sanos al inicio del estudio, no tenían ningún diagnóstico de tensión arterial elevada, y el 33% de ellos tenía un progenitor hipertenso.

Durante el tiempo del estudio, 1.545 participantes desarrollaron hipertensión. Sin embargo, tras analizar los hábitos de vida de estos sujetos y de los que no, presentaban una tensión elevada, los investigadores comprobaron que, en general, el ejercicio intenso se asoció con un riesgo un 42% menor de desarrollar hipertensión y la ejercitación moderada, con una probabilidad un 26% menor.
 
¿Padres hipertensos hijos hipertensos?

Las personas poco activas y con un progenitor hipertenso tenían un riesgo un 70% mayor de que su tensión arterial fuera alta, mientras que aquellas que se ejercitaban intensamente sólo sufrían un aumento de ese riesgo del 16%, a pesar de tener un padre o una madre hipertenso, en comparación con las que no contaban con un historial familiar con este trastorno.

Robin P. Shook es el principal autor del estudio y destacó que "comprender el papel que la historia familiar y el ejercicio juegan en las enfermedades crónicas es muy importante". "Los resultados de este estudio arrojan un mensaje práctico, que es incluso muy realista, de que un ejercicio moderado, que puede definirse como caminar 150 minutos a la semana, puede ofrecer un gran beneficio, concretamente a las personas predispuestas a tener hipertensión debido a su historia familiar.

El estudio, publicado en la revista Hypertension, añadió que la correlación entre la cantidad de ejercicio, la historia familiar y el riesgo de hipertensión es imposible de ignorar.

Fuente.- infobae.com

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