domingo, 22 de enero de 2012

¡Come sopa!

Las sopas son saludables porque aportan a nuestro organismo un alto número de vitaminas –sobre todo A y C–, y una cantidad de calorías normalmente baja. La Asociación Americana del Corazón aconseja especialmente la ingesta de sopa de vegetales por su capacidad hidratante, ya que ayuda al cuerpo a equilibrar su necesidad de agua.

También la de pollo se encuentra entre las más saludables. Un estudio publicado en la revista médica Chest ha demostrado que este caldo tiene propiedades terapéuticas, porque relaja las vías aéreas superiores y fomenta la descongestión nasal.

No es, en realidad, una novedad médica, ya que las primeras alusiones a la sopa de gallina se remontan al siglo XII, cuando el célebre médico Maimónides la recomendaba a los pacientes con problemas respiratorios. Forma parte de la dieta Mediterránea desde el siglo I, aunque se tiene constancia de que ya en la prehistoria se cocinaba sopa. En la gruta Font-de-Gaume de Les-Eyzies-de-Tayac (Dordoña, Francia) se han encontrado unos grabados prehistóricos realizados en la piedra, donde se muestra a unos hombres preparando un caldo, aunque es posible que el objetivo real fuera ablandar algún animal. Ya sea la vermicelli de ostras y fideos que toman en Taiwán, la paraguaya –tan sólida que hay que utilizar cuchillo– o nuestra patria de cebolla, las sopas siguen teniendo un lugar primordial en las mesas de todo el mundo.

Fuente: muyinteresante.es

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