jueves, 6 de octubre de 2011

Prohibir venta de refrescos en escuelas, podría ser inútil para combatir obesidad infantil

La prohibición de instalar máquinas expendedoras de refrescos en los colegios no implica que se produzca un descenso en la obesidad de los escolares. Esto es lo que se desprende de un estudio realizado en Estados Unidos y publicado recientemente en la prestigiosa revista científica “Social Science & Medicine”.

Este trabajo es pionero porque hasta ahora no se había realizado ningún estudio científico que evaluara las repercusiones de la prohibición de vender refrescos en los colegios, una polémica medida impuesta en numerosas regiones de Estados Unidos con el fin de reducir los preocupantes índices de obesidad y sobrepeso infantil registrados en el país.

Así, un 19,6% de los niños estadounidenses de entre 6 y 11 años son obesos y otro 15,9% posee sobrepeso. En España los datos también son desalentadores y según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), un 45,2% de los niños españoles tiene exceso de peso. El sobrepeso afecta a un 26% de los menores, mientras que un 19% son obesos.

Las causas

Numerosas hipótesis han sido barajadas para explicar el rápido incremento de la obesidad infantil y existe un consenso en responsabilizar de este hecho al sedentarismo y a la mala alimentación.

El estudio, realizado entre chicos cursando de quinto a octavo grado, se dividió en tres partes. Primero, se quiso establecer si el acceso a refrescos en la escuela se relacionaba con el consumo total de bebidas. Luego se estableció si la compra de refrescos se relacionaba con su consumo total. Y, finalmente, se estudió cómo el acceso de los escolares a las máquinas expendedoras de refrescos se relacionaba con el aumento o bajada de peso.

“A pesar de incrementarse la adquisición de bebidas en escuelas con máquinas expendedoras, el consumo total por semana de estos escolares no aumentó”, señaló el estudio. Es decir, que los niños que consumían refrescos en el colegio luego en su casa no lo hacían. Paralelamente, no hubo variaciones significativas en la ganancia o pérdida de peso de los escolares estudiados.

Los autores del estudio concluyen: “No encontramos evidencia de que la disponibilidad de refrescos a la venta en las escuelas afecte al consumo de esas bebidas (…). Tampoco hay evidencia de un vínculo entre la compra de refrescos en escuelas y su peso”.

Europa suele mirar hacia Estados Unidos con el objeto de anticiparse a “plagas” como la obesidad infantil y España no es una excepción. Aquí, la llamada “Dieta Mediterránea” ha quedado relegada a un lugar invisible en la alimentación de los niños y adolescentes. “Esta es la razón por la que se han acostumbrado a tener una dieta mucho más americanizada, sin ingerir aquellos productos mucho más saludables de nuestra dieta como lo son las verduras, la fruta, los cereales y las legumbres en particular”, explica la Dra. Ascensión Marcos.

La comida rápida parece mucho más cómoda para todos. No sólo para los niños, sino también para sus padres. “Creo que no nos hemos dado cuenta el gran problema que se está generando. Una cosa es la comodidad, y otra las consecuencias que estamos teniendo. Hoy en día no se trata de que los chavales coman lo que sea para no estar desnutridos. Precisamente se está consiguiendo que tengan estados de malnutrición a pesar del sobrepeso y la obesidad, ya que este tipo de alimentación al que se están adhiriendo contiene demasiada grasa saturada y pocos minerales y vitaminas”, añade.

Medidas sin resultados


Los niños españoles de entre 5 y 16 años llevan una vida cada vez más sedentaria, achacable al desarrollo tecnológico. Así, el 28% de ellos pasan más de dos horas al día viendo la televisión, jugando a la consola o frente al ordenador. Además, un 36% no hacen deporte como actividad extraescolar.

La Dra. Ascensión Marcos no cree que medidas como la prohibición de vender refrescos en escuelas sea efectiva para bajar los índices de obesidad. “Se ha prohibido la compra de refrescos en colegios, lo que no quita para que los chavales lleven dinero y adquieran estos productos fuera del colegio. Además, en un reciente estudio que está a punto de publicarse, se ha detectado que hay factores mucho más importantes como saltarse el desayuno o la falta de actividad física que inciden mucho más en la génesis de un peso no saludable durante la adolescencia”, destaca.

Para esta especialista, no se pueden poner en marcha programas serios para prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad si no hay un presupuesto para ello, como está ocurriendo. “Además, esto es un problema multidisciplinar, por lo que deberíamos juntarnos diversos profesionales expertos en el tema con distintos puntos de vista para consensuar programas de prevención que fueran efectivos”, insiste.

Una buena educación alimentaria

El niño/adolescente debería ser educado para tener una buena alimentación, sabiendo los alimentos que debe ingerir a diario o los que no puede eliminar de su dieta, como el desayuno. De hecho, no deben olvidar las otras cuatro comidas diarias que debe hacer. Además de su comportamiento alimentario saludable, hay que cuidar su actividad y condición física, lo que le ayudará no sólo a prevenir el sobrepeso/obesidad, sino también a tener un mayor rendimiento intelectual.

¿Hay que eliminar el consumo de refrescos para prevenir la obesidad? Responde la Dra. Ascensión Marcos: “En absoluto, lo importante es que el niño/adolescente esté bien hidratado. No consiste en que se hidrate a partir de la ingesta de una sola bebida, por eso es importante educarle para que sepa las cantidades que debe ingerir durante el día y durante la semana. Como en la comida, es importante variar la ingesta de alimentos, a la hora de beber, sucede lo mismo, la variedad es esencial, sobre todo a estas edades”.

“Todos estos temas relacionados con el análisis de la obesidad, la nutrición y la alimentación, la hidratación y la actividad física, se abordarán en profundidad durante la celebración del próximo XI Congreso de la Federación Europea de Sociedades de Nutrición (FENS), que reunirá en Madrid, del 26 al 29 de Octubre, a expertos procedentes de 38 países de todo el mundo” concluye la Dra. Marcos, presidenta del congreso.

Fuente: www.noticiasmedicas.es

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