jueves, 27 de junio de 2013

Con los adolescentes habla de hábitos, no de kilos

Decirle a tu hijo que tiene que adelgazar no hará que cuide su salud, mejor edúcalo en una buena alimentación para que el sobrepeso no sea un factor que preocupe ni a ti ni a él.

Según la agencia Reuters, los adolescentes son más propensos a hacer dieta y utilizar otros métodos para controlar su peso como el uso de laxantes o saltarse comidas cuando los padres hablan de la importancia de la delgadez. En tanto, conversar en familia sobre la alimentación estuvo asociado con conductas más sanas.

"Hay que orientar la conversación hacia la importancia de la alimentación saludable para tener un cuerpo sano y los huesos fuertes, en lugar del peso", dijo la autora principal del estudio, Jerica Berge, de la Facultad de Medicina de la University of Minnesota, en Minneapolis.

Berge entrevistó con su equipo a 2, 800 alumnos primarios y secundarios de distintas etnias y niveles socioeconómicos, y a uno o ambos padres, sobre la alimentación, el peso corporal y las conversaciones familiares.

El 28 por ciento de las madres de adolescentes con peso normal dijo que había conversado con sus hijos sobre una alimentación saludable y el 33 por ciento lo había hecho sobre el peso y la necesidad de adelgazar. El 15 por ciento de las madres con hijos con sobrepeso, en tanto, respondió que había conversado con ellos sólo sobre la importancia de alimentarse saludablemente, mientras que el 60 por ciento dijo que había limitado el diálogo a la necesidad de adelgazar.

La dieta y los patrones alimentarios dañinos eran más comunes entre los adolescentes, tanto con peso normal como con sobrepeso, cuando sus padres orientaban las conversaciones al peso corporal: 64 por ciento de los adolescentes con sobrepeso que conversa con sus madres sobre el peso y la necesidad de adelgazar ha tenido alguna conducta riesgosa para controlar el peso, comparado con el 41 por ciento de los adolescentes de familias en las que sólo se hablaba de hábitos alimentarios saludables.

El 39 por ciento de los adolescentes con peso normal que conversa con sus madres sobre el peso corporal ha tenido una conducta no saludable, según el estudio, comparado con el 30 por ciento de los hijos de las mujeres que insistían en la importancia de ser saludables, según publica el equipo en JAMA Pediatrics.

"Si a un joven le preocupa su peso corporal y quiere conversar sobre el tema, hay que tener una conversación abierta con él", recomendó Alison Field, del Hospital de Niños de Boston, que no participó del estudio.

Dado que las encuestas representan solo un momento en el tiempo, el equipo no pudo determinar si la conversación familiar precedió a las conductas alimentarias riesgosas de los adolescentes o viceversa.

Reuters informa que para Field, los próximos estudios deberían incluir el seguimiento de un grupo de adolescentes que no tenga conductas alimentarias riesgosas para saber cómo las conversaciones familiares sobre la comida influyen en quienes adoptan o no esos hábitos.

Fuente.- quo.mx

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