domingo, 9 de marzo de 2014

Combate la obesidad, desayunando

Ya sea que quieras bajar de peso o simplemente estar sano, lo que comes es un factor crucial. Los nutrientes correctos no sólo te proveen de energía, sino que mejoran tu humor y te protegen de distintos padecimientos. Ahora, una investigadora de la Universidad de Tel Aviv comprueba que no sólo el qué sino también el cuándo es importante a la hora de comer.

El metabolismo, como todo en tu cuerpo, es afectado por el ciclo circadiano (el reloj biológico que te dice cuándo dormir y cuándo despertar). La profesroa Daniela Jakubowics, de la Facultad Sackler de Medicina del Centro Médico Wolfson argumenta que por ello, si comes un gran desayuno en vez de una gran cena, enflacarás más o mínimo no subirás de peso tan facilmente.

Jakubowics hizo un estudio junto con un grupo de colaboradores en el que analizó el metabolismo de 93 mujeres obesas. Las mujeres fueron divididas en dos grupos; y mientras que ambos grupos llevaban una dieta de mil 400 calorías diarias por un periodo de doce semans, el primer grupo consumía 700 calorías en el desayuno, 500 en el almuerzo y 200 en la cena y el segundo, 200 calorías en el desayuno, 500 en el almuerzo y 700 en la cena. Tanto el desayuno y la cena de 700 calorías incluyeron los mismos alimentos.

En su estudio, publicado recientemente en la revista Obesity, las participantes que ingirieron un gran desayuno (que incluía un postre como un pedazo de pastel o una galleta) presentaron niveles menores de insulina, trigliceridos, y glucosa durante el día – signos que se traducen en un menor riesgo de padecer enfermedades cardiacas, diabetes, hipertensión y colesterol alto.

Además, perdieron un promedio de 8 kilos durante las doce semanas del estudio, mientras que el segundo grupo sólo perdió tres.

Según Jakubowicz, comer un gran desayuno también mantuvo a las participantes más satisfechas a lo largo del día, disminuyendo los niveles de la hormona grelina encargada de regular el hambre.

Según EurekAlert, los resultados anteriores sugieren que debemos adoptar un horario alimenticio bien planeado además de fijarnos en los alimentos que consumimos. Ingerir los alimentos correctos a horas incorrectas puede disminuir sus beneficios y a veces, inclusive dañar a nuestro cuerpo (en el estudio, el grupo con la gran cena presentó niveles más altos de trigliceridos que al inicio de la prueba a pesar de haber perdido peso).

Así que si ya es tarde, guarda ese snack para la mañana, que puedes aventarte 700 calorías sin culpa alguna.

Fuente.- quo.mx

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