martes, 16 de julio de 2013

Cada mexicano consume en promedio 163 litros de refresco al año

México es el principal consumidor mundial de refrescos y otras bebidas azucaradas, con un promedio de 163 litros por persona al año, según la Universidad de Yale y la organización no gubernamental Oxfam.

En relación con la disponibilidad de alimentos saludables, el informe de la FAO explica que tanto las procesadoras de alimentos como los supermercados están creciendo rápidamente en muchos países en desarrollo. Estas tiendas modernas reemplazan a los medios tradicionales y aumentan la disponibilidad de alimentos procesados y empacados, lo cual puede contribuir a los problemas de obesidad y sobrepeso.

La compra de alimentos procesados, que según la FAO "frecuentemente son altos en azúcar, grasas y sal y pobres en micronutrientes importantes" se realiza en México el 50% en los mercados tradicionales y el 50% en los supermercados.

En contraste, aproximadamente el 73% de las frutas y verduras que se consumen son compradas en las tiendas tradicionales, como tianguis y mercados populares techados.

En otros países como Nicaragua, Tailandia y Turquía, donde se aplicó el mismo estudio de cuota de mercado, fueron consistentes los resultados de que las frutas y verduras son adquiridas mayormente en mercados tradicionales.

El informe indica que las ventas de alimentos procesados han aumentado en todo el mundo y es más fácil adquirirlos ya que "mucho de este crecimiento es impulsado por los fabricantes de alimentos modernos que venden productos en los mercados tradicionales en áreas urbanas y rurales".

García explica que todavía no hay estudios concluyentes sobre la aparente predisposición genética de los mexicanos para desarrollar obesidad, aunque existen grupos sólidos de investigación que estudian la interacción entre los nutrimentos y los genes de la población indígena y mestiza en México, como el encabezado por los doctores Armando Tovar y Nimbe Torres.

“Hoy sabemos que una dieta alta en grasas o en carbohidratos hace que nuestros genes se expresen de manera diferente hacia distintas enfermedades", dice García. También hay estudios en epigenética que nos informan que cuando la madre o la abuela tuvieron desnutrición, sus hijos y nietos tienen mayor probabilidad a ciertas condiciones, entre las que están el sobrepeso y la obesidad.

"Son áreas de investigación nuevas pero hay señalamientos de que la composición genética de los latinos podría hacernos más suceptibles al sobrepeso, aunque todavía no tenemos evidencia definitiva”, indica García Schinkel.

Fuente.- mexico.cnn.com

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