sábado, 5 de noviembre de 2011

Publicará Michelle Obama libro sobre nutrición

Michelle Obama, se pone al frente de los defensores de la comida sana en su país y va a publicar un libro donde explica cómo funciona el huerto que tiene instalado en la Casa Blanca.

La primera dama de EU hablará de los beneficios de la comida sana y de los alimentos frescos y cultivados en huertos, como el que ella misma instaló en una zona de los jardines de la Casa Blanca en marzo de 2009, dos meses después de llegar a la residencia presidencial.

Fotografías de ese huerto y de otros creados en escuelas de Estados Unidos, a imagen del de la Casa Blanca, ilustrarán el libro, según Crown Publishing Group, que indica que se publicará en abril del próximo año y que advierte también que Michelle Obama no aceptó ningún adelanto económico por la obra y que donará todos los beneficios a obras de caridad.

Según un comunicado difundido por esta editorial, las hijas del matrimonio presidencial, Malia y Sasha, fueron las "catalizadoras" del cambio en los hábitos alimenticios de la familia e inspiraron a su madre para montar el huerto en la zona sur de la Casa Blanca, conocida  como el "jardín de la victoria" después de que Eleanor Roosevelt lo bautizara así durante la Segunda Guerra Mundial.

Michelle Obama lidera la campaña contra la obesidad "Let's Move!", y así, por ejemplo, hace poco trató con el alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, sobre los llamados "desiertos de comida", zonas con alta población de latinos y negros que carecen de tiendas de productos frescos, como frutas y verduras.

Este término, "desiertos de comida", fue popularizado por Mari Gallagher, del Mari Gallagher Research & Consulting Group en Chicago, en 2006, después de que se le encargara un estudio en el que se identificaron varias áreas de la ciudad donde unas seiscientas mil  personas viven sin acceso a comida nutritiva.

En estos "desiertos de comida" hay unos 124 mil niños y existe una relación directa entre la comida que está disponible para esta población y los niveles de salud.

Y es en estos núcleos urbanos sobre los que Michelle Obama quiere influir para cambiar sus hábitos de alimentación y frenar esa plaga bíblica estadounidense que es la obesidad.

Pronto, en enero de 2012, la familia Obama va a cumplir tres años como residente en la Casa Blanca, y Michelle siempre ha expresado su deseo de que su familia continúe llevando una vida normal con  alimentación sana y ejercicios físicos incluidos.

El premio del esfuerzo

El pasado mes de agosto, Michelle Obama reconocía, en una entrevista para la revista Better Homes and Gardens, que comenzó a darse cuenta de que algunas prendas le quedaban más estrechas y decidió pasar más tiempo en el gimnasio, lo que según indicaba a la publicación "le ha merecido la pena".

Incluso se permitía bromear sobre quién, si el Presidente o ella, se hallaba en mejor forma física: "Siempre me burlo de él y le digo que estoy en mejor forma, pero yo puedo entrenar más tiempo, él es el Presidente".

Precisamente, la voluntad de Michelle para que su familia llevara una vida más saludable le inspiró los comienzos de su campaña "Let's Move!", contra la obesidad y con el fin de promover un estilo de vida "agradable y divertido".

"La diversión es una parte que está olvidada en todo esto pero, cuando estábamos creciendo, no hacíamos ejercicio, sino que jugábamos al escondite o saltábamos a la comba", decía en Better Homes and Gardens.

Sin embargo, la esposa de Barack Obama no oculta su pasión por las hamburguesas: el pasado 3 de agosto celebró el final de las largas negociaciones sobre el techo de la deuda invitando a su equipo al restaurante Good Staff, una concurrida hamburguesería cercana al Capitolio.

Pero es el propio presidente Obama quien trata de ocultar a su esposa su afición por las hamburguesas y los perritos calientes cuando sale de Washington. "No se lo cuenten a Michelle", suele decir, bromeando, cuando cae en la tentación.

Fuente: univision.com

viernes, 4 de noviembre de 2011

Obesidad, grave amenaza mundial

El problema de la obesidad se está extendiendo en todo el mundo y representa una amenaza grave para la salud.

El hallazgo es parte de un nuevo informe especial sobre la obesidad y cómo combatirla, publicado en la revista médica The Lancet. El editor, el Dr. Richard Horton, llama a la obesidad una pandemia, y dijo que es una de las “grandes amenazas que enfrentan los gobiernos que probablemente hará fracasar sus mejores esfuerzos por mejorar la salud de sus naciones, mientras que al mismo tiempo controlan los costos”.

El primer estudio dice que cerca de 1,500 millones de adultos en el mundo tienen sobrepeso, y 500 millones más son obesos. La obesidad se define como un índice de masa corporal (IMC) de más de 30. Eso es equivalente a un adulto que mide 1.67 metros con un peso de 84 kilogramos, de acuerdo con la calculadora del IMC de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) estadounidenses.

"Está ocurriendo en casi todos los países, excepto en los de más bajos ingresos”, dice el profesor Boyd Swinburn del Centro Colaborador para la Prevención de la Obesidad con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Melbourne, Australia. “Existe mucha evidencia saliendo ahora a la luz de que esto está siendo impulsado por los cambios en el sistema alimentario”, dice. “El suministro de alimentos: comida sabrosa cada vez más procesada, disponible, accesible y altamente promovida”.

El informe de The Lancet dice que las tasas de obesidad en distintos países varían considerablemente debido a factores ambientales en ellos. Por ejemplo, encontraron que los “altos niveles tradicionales de transporte activo”, específicamente bicicleta, en los Países Bajos han contribuido a una tasa más baja.

México ocupa el primer lugar en obesidad y sobrepeso en adultos pues el 70% de la población padece sobrepeso. Lo mismo sucede en la población infantil con más de cuatro millones de niños con este padecimiento, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Los autores creen que la manera más eficaz para detener la obesidad son las políticas gubernamentales, incluyendo puntos como la prohibición de alimentos poco saludables para los niños, y cambios en las políticas agrícolas para promover la salud.

El informe también dijo que la “liberalización” del comercio está contribuyendo al “exceso de consumo global”. Los autores dicen que este tipo de cambios gubernamentales pueden ser más fáciles de sostener y más eficaces que otras opciones para reducir la obesidad, sin embargo, como Swindon dice: “Parece existir mucha más disposición para gastar dinero en medicamentos, cirugías y programas de promoción de la salud, que trabajan más con casos particulares, que para tratar la causa subyacente justo desde su inicio”.

La obesidad está en aumento, y las naciones que no puedan detenerla, afrontarán las consecuencias, según el segundo estudio incluido en la serie de The Lancet.

La obesidad puede causar enfermedades como la diabetes, padecimientos cardiacos, derrames cerebrales y ciertos tipos de cáncer.

El informe dice que, a medida que la obesidad aumente, también lo hará la cantidad de dinero que se gasta en el tratamiento de las personas que la padecen. Wang añade: “En muchos casos el exceso de peso a los 50 años no duplica sino que triplica o cuadruplica la tasa de incidencia de muchas enfermedades”.

En los próximos 20 años, concluye el informe, la obesidad podría provocar entre 6 y 8.5 millones de casos de diabetes, entre 5.6 y 7.3 millones de casos de enfermedades cardiovasculares, y más de medio millón de nuevos casos de cáncer en Estados Unidos y Reino Unido.

Wang anticipa que, para 2030, el costo de tratar a las personas con estas enfermedades en Estados Unidos será de unos 66,000 millones al año, y 2,000 millones de libras al año en Reino Unido

Fuente: leanoticias.com

martes, 1 de noviembre de 2011

Consejos para controlar tu alimentación

INGESTAS ALIMENTARIAS
Comer sentado, con cubiertos y plato
No hacer otra cosa cuando se está comiendo (Ver televisión, leer, escuchar el radio)
Soltar los cubiertos cada tres bocados
Masticar completamente antes de tragar
Hacer una pausa a la mitad de cada platillo
Dejar un poco de comida en el plato
Dejar la mesa inmediatamente después de la comida

ORGANIZACIÓN DE LA COMIDA Y REFRIGERIOS

Planificar las ingestas alimentarias, incluidos los refrigerios por semana (no por día)
Reducir el consumo de cada uno de los alimentos sin suprimir los alimentos preferidos
Rechazar los alimentos “imprevistos”, como pueden ser, por ejemplo, los que alguien nos ofrezca
Disponer de un momento de descanso y de relajamiento antes de cada ingesta alimentaria
Utilizar recipientes y platos pequeños
Evitar servir en la mesa
No dejar el platillo en la mesa
Tirar las sobras de inmediato

LAS COMPRAS
Hacer las compras DESPUÉS de las comidas
Hacer las compras a partir de un listado
Evitar los alimentos cuyo consumo no requiere preparación
No llevar consigo más dinero que el necesario para comprar lo que figura en la lista

EL ACOMODO
Recoger los alimentos diseminados por la casa
Arrojar al bote de basura los alimentos “peligrosos”
Reunir los alimentos en un solo lugar
No permitir que los alimentos estén a la vista

VACACIONES Y REUNIONES

Prever lo que se comerá ANTES de que tenga lugar la reunión
Comer un refrigerio bajo en calorías ANTES de la reunión
Evitar cualquier aperitivo o digestivo alcohólico o dulce
¡Cuidado con el vino de mesa!
Alejar la canastilla del pan
Rechazar diplomáticamente una ración adicional

Apfeldorfer, G. Je mange, donc je suis. Surpoids et troubles du comportement alimentaire. Payot. 1991.