miércoles, 8 de enero de 2014

En 20 años, obesidad mataría al 50% de mexicanos

Dentro de 20 años, la mitad de la población en México estará en riesgo de fallecer debido al consumo excesivo de grasas, señala un informe del Departamento de Cardiología del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre, del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

Además, también para el 2030 alrededor de 60 millones de mexicanos podrían morir de infarto o derrame cerebral si mantienen los malos hábitos alimenticios, en especial el consumo de grasas saturadas, señala el estudio en poder de la bancada del PT en la Cámara de Diputados.

Frente a este panorama, el coordinador del grupo parlamentario petista en San Lázaro, Alberto Anaya, propuso prohibir la producción y comercialización de alimentos industrializados que no contengan, en el caso de los líquidos, al menos el tres por ciento de proteína y, en los sólidos, ocho por ciento del peso total del producto.

Mediante reformas al artículo 4 de la Constitución Política, el legislador busca que la Carta Magna, además de contemplar el derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, “puntualice la protección a los niños y niñas contra los ataques televisivos a través de propagandas que inciten y promuevan la compra de comida chatarra”.

Si las personas continúan alimentándose principalmente de comida chatarra como hamburguesas, pizzas, papas fritas, pasteles y dulces, advirtió, su salud será frágil y muy probablemente en el mediano plazo se verá afectada, advirtió.

Anaya recordó que la ingesta excesiva de grasas, harinas blancas y azúcar produce serias consecuencias como la obesidad.

De acuerdo con la Secretaría de Salud, en México siete de cada 10 personas presentan sobrepeso, ocupando el segundo lugar en incidencia mundial después de Estados Unidos, así como enfermedades cardiovasculares, que son la primera causa de mortalidad en el país.

Puntualizó que el costo de luchar contra las enfermedades derivadas de la obesidad, como la diabetes en las mujeres y los males cardiovasculares en los hombres, corre a cargo del sector público, no del privado, que “paradójicamente es quien alienta estos males con sus productos”.

Subrayó que la comida chatarra no aporta una buena nutrición porque carece de fibra, proteína, vitaminas, ácidos grasos y omegas 3, 6 y 9, sino demasiadas calorías.

De igual forma, los pocos nutrientes que proporciona son de mala calidad y contienen sustancias químicas artificiales o sintéticas no asimilables por el organismo, “incluso algunas de ellas con riesgo de ser cancerígenas”.

Fuente.- cronica.com.mx

martes, 7 de enero de 2014

Dietas altas en grasa, muy peligrosas

El experto en nutrición y dietética del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Paul Rivera Castellanos, alertó sobre las dietas altas en grasas llamadas cetogénicas.

"Si usted desea bajar de peso y talla de manera rápida, absténgase de utilizar dietas altas en grasa y proteínas, llamadas cetogénicas, las cuales sólo se prescriben para pacientes con epilepsia, bajo estricta supervisión médica y nutricional", advirtió el especialista.

Indicó que los pacientes con ataques epilépticos requieren de una menor ingesta de carbohidratos, por lo que su dieta se compensa con el consumo de alimentos ricos en proteína, derivado de que requieren regular la cantidad de glucosa que recibe su cerebro.

Las llamadas dietas cetogénicas en cambio, explicó, reducen la glucosa que se administra en el cerebro y generan la producción del nutriente denominado cetona, por lo que el resultado es que el propio organismo consume las reservas de carbohidratos ante la falta de este aporte, situación por la cual, algunas personas bajan de peso.

"Se logra bien por un aporte insuficiente de alimentos, una restricción de carbohidratos y aumenta los alimentos que tienen más proteínas o grasa. Básicamente reduce favorablemente la glucosa en el cerebro, entonces cuando entras en estado de cetosis produces cetona nutriente que se está enviando a nivel cerebral", dijo el médico.

Rivera Castellanos indicó que otras complicaciones de realizar esta dieta de forma prolongada y sin supervisión de un especialista son un incremento en la presión arterial, descompensaciones metabólicas, aterosclerosis (taponamiento de grasa en las arterias) e incluso infarto al corazón.

Añadió que el uso que se le da no es lo adecuado, el hecho de que se consuman alimentos grasos no es recomendable, y si se exagera en la ingesta o se prolonga esta dieta puede haber complicaciones severas, sobre todo en el cerebro, donde el daño puede ser irreversible o incluso mortal.

El cuadro puede agravarse, dijo, si el paciente tiene obesidad, es hipertenso, sedentario y además tiene ya de por sí niveles de colesterol y de triglicéridos altos, más aún si desconoce que padece estas enfermedades, por lo que reiteró la importancia de realizarse un chequeo médico, previo a someterse a cualquier régimen dietético.

Como en otras dietas extremas, Rivera Castellanos apuntó que existe el riesgo de rebote y más aún en este tipo de régimen basado en el consumo ilimitado de alimentos grasos, donde podría suscitarse una ganancia de peso importante y permanecer con niveles de colesterol alto, tras haber suspendido la dieta cetogénica.

Fuente.- eluniversal.com.mx

lunes, 6 de enero de 2014

En 28 años, se duplica número de obesos en México

De acuerdo con un informe de la organización británica Overseas Development Institute, en 28 años el número de personas con obesidad –quinto factor de riesgo de deceso a nivel mundial– se duplicó en México y China.

Según un despacho informativo de la agencia AFP, la organización detectó que más de uno de cada tres adultos en el mundo es obeso o tiene sobrecarga ponderal –es decir 1.046 millones de personas–, por lo que llamó a los gobiernos a actuar para frenar la explosión del fenómeno en los países en desarrollo.

La organización británica señala que el porcentaje de personas que tienen un índice de masa corporal (IMC) superior a 25, límite más allá del que las personas son consideradas con sobrepeso, pasó de 23% a 34% entre 1980 y 2008.

El IMC es la relación entre la estatura y el peso. Un índice a partir de 25 es considerado como signo de sobrepeso, y a partir de 30 como signo de obesidad.

Fuente.- proceso.com.mx