domingo, 8 de septiembre de 2013

Mitos sobre la fibra

Mito 1.- Todas las fibras son iguales

Existen dos tipos de fibra básicos que poseen funciones diferentes. La fibra insoluble se encuentra en el salvado de trigo, los frutos secos y muchas verduras. Presenta una estructura gruesa y basta y no se disuelve en el agua, de manera que recorre el tubo digestivo y aumenta el volumen de las heces. La fibra soluble se encuentra en la avena, las judías, la cebada y algunas frutas. Se disuelve en el agua para formar un material con consistencia de gel en el tubo digestivo. Se ha demostrado que, si se come habitualmente, la fibra soluble reduce ligeramente el nivel de colesterol LDL (ya sabes, el malo).

Mito 2.- La fibra no tiene calorías

La fibra se compone básicamente de moléculas de azúcar. Estas moléculas se mantienen unidas por unos enlaces químicos que al cuerpo le cuesta mucho romper. De hecho, el intestino delgado no es capaz de descomponer la fibra soluble ni la insoluble: ambas salen del cuerpo igual que han entrado. Por eso algunos expertos afirman que la fibra no aporta calorías. Sin embargo, esta afirmación no es del todo exacta. En el intestino grueso, las moléculas de fibra soluble se convierten en ácidos grasos de cadena corta que sí aportan algunas calorías. Un gramo de carbohidratos normales tiene 4 calorías aproximadamente, las mismas que un gramo de fibra soluble (la fibra insoluble tiene cero calorías).

Mito 3.- La fibra no me ayudará a perder peso


Los beneficios de la fibra, en cuanto a control del peso, compensan de sobras las pocas calorías que pueda aportar. La conclusión de un análisis publicado en la revista Nutrition es clara: las personas que incluyen fibra en su dieta pierden más peso que aquellos que no la toman. La fibra te obliga a masticar más y ralentiza la ingesta de nutrientes, con lo que el organismo cree que ya has comido suficiente. Por si esto fuera poco, algunas fibras podrían estimular la producción de CKK, una hormona gastrointestinal que estimula el organismo para suprimir el apetito.

Mito 4.- Toda la fibra es completamente natural

Hoy en día hay todo tipo de alimentos con fibra: yogures, zumo de uva, edulcorantes. Si te parece imposible, recuerda que se trata de moléculas. No tienes que ver ni notar la fibra para que esté presente. Ahora los científicos tienen una nueva clase de fibra que denominan fibra funcional, es decir, que se crea y añade a los alimentos procesados.

Mito 5.- Los suplementos con fibra no son saludables


Los alimentos con fibra añadida no proporcionan necesariamente los beneficios que cabría esperar de ellos. La inulina, por ejemplo, una fibra soluble extraída de la raíz de achicoria, es un ingrediente habitual de las barritas de cereales. Además de aumentar el contenido de fibra, se utiliza a menudo como sustituto de la grasa. La inulina se conoce como prebiótico, lo que significa que favorece el crecimiento de bacterias saludables en el intestino. Y eso es bueno, por supuesto. Sin embargo, no reduce el colesterol al igual que la fibra del salvado de trigo.

Mito 6.- Hay que tomar 38 gramos cada día


Científicos del Instituto de Medicina de los Estados Unidos recopilaron datos de tres estudios y dieron con el número 38 en 2005. Es el equivalente a 9 manzanas o 12 tazones de avena instantánea (la mayoría de gente ingiere alrededor de 15 gramos de fibra al día). Los investigadores hallaron una relación entre una ingesta elevada de fibra y una baja incidencia de cardiopatías. Sin embargo, ninguno de los grupos estudiados que siguieron una dieta rica en fibra llegaron a un promedio de 38 gramos diarios, sino que esas personas experimentaron un beneficio máximo con una ingesta diaria de alrededor de 30 gramos. Asimismo, merece la pena señalar que estos estudios no muestran causa y efecto, y que, a menos que tomes un suplemento, es muy difícil consumir 38 gramos de fibra por muy bien que comas. Está bien intentar llegar a esa cantidad, pero sin duda no fracasarás aunque te quedes algo corto.

Mito 7.- Comer fibra es complicado

La estrategia es simple: come con sentido común. Decántate por los alimentos integrales, sin procesar. Asegúrate de que los carbohidratos que comes son ricos en fibra (productos del campo, legumbres y cereales integrales) para ralentizar la absorción de azúcar en el torrente sanguíneo. Cuantos más carbohidratos tomes, más importancia tendrá la fibra como ayuda para minimizar las fluctuaciones en el nivel de glucemia, señalan expertos de la Universidad de Connecticut (EE.UU.).

Fuente.- menshealth.es

sábado, 7 de septiembre de 2013

China camina hacia una epidemia de diabetes

La modernización de la sociedad china está teniendo varias consecuencias visibles y otras que no dejan una huella evidente en la población. Uno de estos indicadores invisibles es la diabetes, enfermedad que en 30 años ha multiplica por 12 su incidencia, según los datos de un estudio que ha analizado a más de 90.000 personas de este país.

Más de un tercio de la población china padece sobrepeso u obesidad y la probabilidad de que este exceso de peso traiga como consecuencia enfermedades como la diabetes o los problemas cardiovasculares parece más que evidente, sobre todo si se tiene en cuenta que los jóvenes adultos entre los 20 y los 30 años han engordado una media de dos kilos desde 2010.

Pero no hay que ir a conjeturas varias sobre las consecuencias que este sobrepeso va a tener en la sociedad de este país, ya que los datos sobre incidencia de diabetes de un estudio publicado en la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA) son demoledores. Según este trabajo, casi el 12% de los adultos chinos tiene diabetes y en torno a un 50% tiene prediabetes, lo que puede representar que estos trastornos afectan a 113,9 millones de adultos y 493,4 millones.

Si se tiene en cuenta que la prevalencia de diabetes en 1980 en este país era menor al 1% y que en 2007 se objetivó una incidencia del 9,7%, los datos de ahora demuestran que este trastorno es un gran problema de salud pública en China.

El procedimiento de este trabajo ha evaluado todos los parámetros necesarios para comprobar cómo está afectando la diabetes a esta población. Los investigadores llevaron a cabo encuestas a 98.658 personas de 31 provincias de siete regiones de China. Además, a todos les realizaron análisis sanguíneos (con unas 10 horas de ayuno), les midieron la tensión arterial, su peso y altura y la circunferencia de su cintura.

"Esta gran encuesta documenta que la diabetes ha llegado a ser un gran problema de salud pública entre la población general de China", afirman los autores en su estudio. Además de la incidencia de la enfermedad, se observó que entre los pacientes diabéticos un 30% no era consciente de su situación y sólo una cuarta parte recibía tratamiento. Incluso tan sólo un 39% de los pacientes tratados tenía un adecuado control glucémico.

"La diabetes es la causa más frecuente de enfermedad renal crónica. La retinopatía diabética es la principal responsable de ceguerea en personas adultas de muchos países. Además, estudios recientes han informado de que la diabetes es un factor de riesgo de cáncer. Mejorar el control glucémico es clave para prevenir las complicaciones relacionadas con la diabetes", afirman los autores en su estudio.

En un editorial que acompaña al estudio, se insiste en que si no se toman las medidas adecuadas China sufrirá una masiva epidemia de enfermedades crónicas. Además, hay que tener en cuenta, señala el artículo, que el 50% de los hombres de este país son fumadores.

Fuente.- elmundo.es

viernes, 6 de septiembre de 2013

Combatir la obesidad no es una utopía

"¡Sí, podemos!". Gregorio Varela Moreiras, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU San Pablo de Madrid, ha elegido el conocido eslogan utilizado por Barack Obama en su primera campaña presidencial para dejar claro que combatir la epidemia de obesidad y sedentarismo que vive el planeta no es una utopía.

Se pueden prevenir los problemas relacionados con la inactividad y una dieta inadecuada. Pero, para conseguirlo, es necesario organizarse y tener un plan de acción bien concebido, subraya el también presidente de la Fundación Española de Nutrición, que ha coordinado lo que pretende ser una especie de hoja de ruta para atajar el problema.

El documento, en el que han participado más de 30 expertos españoles de distintos ámbitos de la salud, propone una serie de medidas clave para combatir uno de los grandes males del siglo XXI y establece qué es lo que se puede y se debe hacer. Además, también hace una radiografía de los escollos existentes en esta lucha.

Lo primero que subraya el texto de consenso, destaca Varela, es que "los periodos de crisis económica no tienen por qué suponer una crisis también para la salud pública". Pese a la declaración, el catedrático afirma no tener datos de cómo están afectando los recortes en sanidad al abordaje de la obesidad en hospitales y centros de salud.

De cara al futuro, los especialistas firmantes reclaman que la prevención del sobrepeso y el sedentarismo "se incluyan en la cartera de servicios" del Sistema Nacional de Salud, así como la potenciación de un abordaje multidisciplinar del problema, algo que ya se hace en las todavía muy escasas unidades específicas con las que cuentan algunos centros. "Hay una falta alarmante" de esta herramienta, ha subrayado Varela. En esta línea, también ha pedido que los datos de actividad física se incluyan en los sistemas de monitorización de la salud.

Está demostrado que la obesidad no es un problema único, ha señalado el experto en Nutrición, sino que tiene múltiples caras, por lo que ha de tenderse -y cada vez hay más técnicas que lo permiten- hacia los tratamientos personalizados e individualizados.

Todos los detalles del texto, que ya se han publicado en la revista 'Nutrición Hospitalaria', se presentarán en el Congreso Internacional de Nutrición, que se celebrará en Granada entre el 15 y el 20 de septiembre.

Lee el artículo completo en el siguiente enlace.- elmundo.es