martes, 3 de julio de 2012

Las bondades de la manzana

Científicos de la Universidad de Iowa (EE.UU.), descubrieron en un estudio con ratones que el ácido ursólico, un compuesto que se encuentra en grandes cantidades en la cáscara de manzana, ayuda a quemar calorías y reducir el riesgo de obesidad, según informa la revista PLoS ONE.

Los animales que recibieron este suplemento, que habían sido alimentados con una dieta alta en grasas, mostraron menos obesidad, menos signos de prediabetes y menos enfermedad hepática que los que no tomaron el compuesto.

El ácido ursólico es una sustancia cerosa que se forma naturalmente en muchas plantas, como el arándano, la lavanda, el orégano, las ciruelas, la menta y la albahaca. Pero, sobre todo, han observado que es particularmente abundante en la cáscara de manzana.

Grasa marrón
En una investigación previa, el mismo equipo dirigido por Christopher Adams demostró el año pasado que el ácido ursólico logró promover en ratones el crecimiento muscular y protegerlos del desgaste muscular, a lo que ahora hay que sumar un aumento de los niveles del tejido adiposo, al que se conoce como la grasa marrón. Tal como señalan los investigadores, en declaraciones a la BBC, los mayores niveles de masa muscular y de grasa marrón son factores conocidos por sus propiedades para quemar calorías y, a diferencia de la perjudicial grasa blanca que se forma en el abdomen, es un tejido beneficioso porque está destinado a convertirse en energía en el organismo.

Los investigadores estudiaron a ratones alimentados con una dieta alta en grasas durante varias semanas y, posteriormente, se les dio un suplemento de ácido ursólico a la mitad de estos roedores. Al final del estudio se observó que, a pesar de que los animales que recibieron el suplemento habían comido más que los otros, aquéllos aumentaron menos peso corporal y sus niveles de glucosa en la sangre permanecieron normales.

Asimismo, se observó «una vez más» como el ácido ursólico incrementó el músculo esquelético. «Pero lo más interesante fue que redujo la obesidad, la prediabetes y la enfermedad del hígado graso. Junto con la mayor masa muscular, la grasa marrón se convierte en un fantástico quemador de calorías», por lo que «su incremento también puede proteger contra la obesidad».

Hasta hace poco se pensaba que sólo los recién nacidos tenían grasa marrón y que ésta desaparecía durante la infancia, pero estudios recientes han mostrado que los adultos también retienen pequeñas cantidades de este tejido, principalmente en el cuello y entre los omoplatos, y que éste parece proteger contra altos niveles de glucosa y grasa en la sangre. Por eso desde hace tiempo se están buscando formas de poder incrementar la grasa marrón en humanos y el ácido ursólico, dicen los científicos, podría ser una de ellas. El siguiente paso, ha asegurado Adams, será llevar a cabo estudios con pacientes humanos para confirmar si se pueden obtener los mismos beneficios con el ácido ursólico.

Fuente: abc.es


lunes, 2 de julio de 2012

Abusos en la infancia pueden favorecer la obesidad

Los abusos durante la infancia podrían favorecer que los niños puedan ser obesos de mayores. Un equipo de investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad Boston (EE.UU.), cuyo trabajo se publica en Pediatrics, parece demostrar que existe una asociación entre la gravedad de los abusos sexuales y físicos sufridos durante la infancia y la adolescencia con el riesgo de ser obeso en la edad adulta.

Los datos provienen del análisis del Estudio sobre la Salud de las Mujeres de raza Negra, que analiza a un grupo de mujeres afroamericanas desde 1995. La información proporcionada en 2005 por más de 33.000 en cuanto a sus sufrimientos con los abusos durante su infancia se relacionó en relación con dos medidas de obesidad: un índice de masa corporal de superior a 30 kg/m2 como medida de la obesidad general o circunferencia de cintura mayor de 89 cm como medida de la obesidad central.

Los datos mostraron que el riesgo de obesidad para cualquiera de estas dos medidas era un 30 por ciento mayor entre las mujeres que había padecido abuso físico y sexual que en aquellos que no lo habían sufrido. Los investigadores señalan que esta asociación no se puede explicar totalmente por otros factores, como la historia reproductiva, dieta, actividad física y los síntomas depresivos.

Efectos a largo plazo

Según los autores del trabajo, los resultados se suman a la creciente evidencia de que las experiencias durante la infancia puede tener consecuencias a largo plazo de la salud. «El abuso durante la infancia puede conducir al desarrollo de conductas de salud y estrategias de afrontamiento, lo que podría dar lugar a mayor ganancia de peso en la adultez», explica René Boynton-Jarrett.

La experta explica además que los trastornos metabólicos y hormonales derivados del abuso podrían desencadenar este efecto y que el abuso infantil podría ser un marcador de otros factores adversos. En su opinión, « una mayor comprensión de las vías entre el abuso en la infancia y el peso en la fase adulta podría servir para tener más datos sobre prevención de la obesidad y futuros enfoques de tratamiento.

Fuente.- abc.es

domingo, 1 de julio de 2012

Imágenes de comida altamente calórica estimulan el deseo de comer

Un nuevo estudio realizado por científicos de la University of Southern California, en Estados Unidos, concluyó que mirar imágenes de postres, papas fritas, o comida con muchas calorías, estimula al cerebro de tal forma que se activa el deseo por comer.

Los investigadores utilizaron resonancias magnéticas  para analizar el cerebro de personas que estaban con riesgo de aumentar de peso. Realizaron el examen dos veces para ver las diferencias cuando se les mostraban alimentos de baja y alta caloría.

Encontraron que con imágenes de alimentos altos en calorías, como pasteles y helados,  se estimulaban  las áreas de recompensa del cerebro que aumentaban las ganas de comer. Además,  los participantes tenían más hambre después de ver las imágenes de la comida con alto contenido calórico y aumentaba el deseo por comer algo salado o dulce. Algo que no sucedía cuando miraban imágenes de comida como ensaladas.

Según los investigadores el hallazgo no es menor ya que sería una causa más que provocaría la obesidad en estas personas que les cuesta tener un peso estable y normal.

Fuente.- latercera.com