La sociedad mexicana actual vive en una gran paradoja respecto a la obesidad. Por un lado postula unos cánones estéticos definidos por los cuerpos delgados y al mismo tiempo, publicita constantemente comida rica en grasas y azúcares. ¡México se convierte en una fábrica de obesos, a los que además menosprecia!
Profesionales preocupados por el incremento de la obesidad en nuestra población han dicho: “Mientras nos seguimos preocupando por la anorexia y la bulimia, la obesidad ¡es el monstruo del siglo!”.
Una de las interrogantes que está directamente relacionadas con este tema sería:
¿La obesidad es responsabilidad individual o producto de un ambiente obesigénico?
Por un lado, el uso de medios mecánicos de transporte abolió la caminata; la aparición de la televisión, los videojuegos y las computadoras, atan al individuo a un asiento y le impiden realizar ejercicio; se calcula que un niño ve de 8 a 27 horas de televisión por semana, lo que disminuye notablemente su actividad física.
Por otra parte, la industria alimentaria tiene un papel importantísimo en la generación de la obesidad, porque produce alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares y con frecuencia les añaden sustancias que incrementan su sabor o el color para hacerlos más atractivos.
Profesionales preocupados por el incremento de la obesidad en nuestra población han dicho: “Mientras nos seguimos preocupando por la anorexia y la bulimia, la obesidad ¡es el monstruo del siglo!”.
Una de las interrogantes que está directamente relacionadas con este tema sería:
¿La obesidad es responsabilidad individual o producto de un ambiente obesigénico?
Por un lado, el uso de medios mecánicos de transporte abolió la caminata; la aparición de la televisión, los videojuegos y las computadoras, atan al individuo a un asiento y le impiden realizar ejercicio; se calcula que un niño ve de 8 a 27 horas de televisión por semana, lo que disminuye notablemente su actividad física.
Por otra parte, la industria alimentaria tiene un papel importantísimo en la generación de la obesidad, porque produce alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares y con frecuencia les añaden sustancias que incrementan su sabor o el color para hacerlos más atractivos.
Si a eso se suma una publicidad constante en los medios de comunicación (en México se ven cuatro veces más comerciales sobre alimentos y golosinas para niños que en todo el mundo) y se asocia la compra de alimentos con juguetes o artículos atractivos para la niñez, se fomenta aún más la obesidad.
Sin embargo y a pesar de todo lo mencionado, la responsabilidad individual sigue teniendo un peso importante ya que estudios de gemelos con la misma genética o predisposición en su relación con la comida, mostraron que el 30% es genético y el 70% es tu estilo de vida. Esto quiere decir que lo que tú haces con tus hábitos de sueño, manejo de estrés, actividad física y alimentación activan o no tus genes de obesidad.
Fuente.- televisa.com
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