miércoles, 15 de enero de 2014

Pastillas para adelgazar la mandan 10 veces al Hospital

Helen Hine, es una modelo norteamericana de 30 años, que ha sido internada diez veces en un lapso de 7 años en una clínica de Bridgewater, en Massachusetts, por abusar de las pastillas para adelgazar e inhibir el apetito.

Casi al borde la muerte y madre de un pequeño de 3 años, reconoció ante el Daily Mail, ser una adicta a las brebajes químicos que se usan para lograr un cuerpo perfecto, a costa de maltratar su órganos, su estado emocional y poner seriamente en riesgo su vida.

Las consecuencias de tomar en forma indiscriminada pastillas, como Lipo6, NoXplode, Liptex y una gama de separadores de grasa termogénicos, las vivenció en carne propia al enfermarse y presentar problemas renales, respiratorios y crisis de pánico.

Es que claro, la modelo que se inició a sus 23 años, se propuso dejar su trabajo de salud mental y aspirar a ser animadora de TV, pero quería ser perfecta y bajar todos los kilos que obsesivamente se encontraba y que le impedían parecer un ídolo televisivo.

"Fue entonces cuando un amigo, un culturista, me sugirió tomar las píldoras de dieta para ayudar a perder esos pocos centímetros. Él estaba hablando de efedrina. Sonaba como la ventaja extra que estaba buscando, así que compré 100 pastillas por 10 libras”, comentó al periódico inglés.

El 2006 fue cuando probó las píldoras de dieta por primera. Sintió los efectos casi de inmediato, perdió dos tallas y ganó músculos con la ayuda además de una rutina de ejercicios vigorosos.

“Me sentí mucho más fuerte, ágil, liviana. Estaba en la cima del mundo”, comentó. Pero la euforia no le duró mucho. Unas semanas más tarde, comenzó a sentirse extraña, sudaba y no podía respirar. Esa fue la primera, de tantas que su ritmo cardíaco se disparó y fue traslada a urgencia.

Los médicos le advirtieron sobre el peligro de muerte que se arriesgaba con esas pastillas, pero continuó tomándolas. Su hijo Lewis nació el 2009 y por fin, esa fecha decidió tomar un descanso de las “milagrosas” pastillas, pero en septiembre del año siguiente ya estaba de vuelta.

“Estuve de vacaciones en Egipto y me caí de la cama, estaba con vértigo, fatigada y mi salud comenzó a declinar rápidamente. Fue horrible”.

La modelo recibió un golpe final a principios del 2013, cuando en su décima vez en el hospital, reflexionó sobre su obsesión mortal y el riesgo innecesario que exponía a su salud.

“Me pareció que ya era suficiente y decidí abandonar mi obsesión por ser tan delgada como una celebridad. Nunca más voy a tocar las píldoras de dieta. Creo que para mi ahora es más importante ser una madre saludable y mantenerme esbelta de una manera más sana”, afirmó.

Fuente.- eluniversal.com.mx

 

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