La abrupta baja de los precios en los productos con altos contenido de azúcares y calorías, sumada la progresiva alza de un estilo de vida sedentario, han hecho que en las últimas décadas México se haya convertido en el segundo país con mayores índices de sobrepeso del mundo, superado sólo por Estados Unidos. La obesidad ha sido calificada cientos de veces como una de las grandes epidemias que padece nuestro país en materia de salud, y sin embargo, las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi) indican que existe un promedio de 2,4 nutricionistas por cada 1.000 habitantes.
Ante esta preocupante realidad, el investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, indica que la falta de profesionales en el área no es la única dificultad a la que se enfrentan quienes padecen esta enfermedad.
De hecho, para el experto la clave del asunto radica en que la mayoría de los nutricionistas son reclutados por hospitales y farmacias privadas, lo cual deja al ámbito público desprovisto de especialistas en nutrición. Y es allí justamente donde se atienden la mayoría de las personas que padecen sobrepeso y obesidad, ya que la enfermedad suele afectar más a quienes están en situación de pobreza y no tienen los ingresos suficientes como para sustentar un seguro privado.
Por otra parte, la problemática del sobrepeso también afecta a los más pequeños y oculta una terrible paradoja: mientras que miles de niños sufren desnutrición infantil en algunas zonas rurales de México, al mismo tiempo existen un índice elevadísimo de sobrepeso entre niños.
En este sentido, el instituto Zubirán señala que la situación es particularmente grave porque el daño de la obesidad es siete veces más alto al que causa la desnutrición en los primeros años de vida.
Fuente.- universia.net.mx
Ante esta preocupante realidad, el investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, indica que la falta de profesionales en el área no es la única dificultad a la que se enfrentan quienes padecen esta enfermedad.
De hecho, para el experto la clave del asunto radica en que la mayoría de los nutricionistas son reclutados por hospitales y farmacias privadas, lo cual deja al ámbito público desprovisto de especialistas en nutrición. Y es allí justamente donde se atienden la mayoría de las personas que padecen sobrepeso y obesidad, ya que la enfermedad suele afectar más a quienes están en situación de pobreza y no tienen los ingresos suficientes como para sustentar un seguro privado.
Por otra parte, la problemática del sobrepeso también afecta a los más pequeños y oculta una terrible paradoja: mientras que miles de niños sufren desnutrición infantil en algunas zonas rurales de México, al mismo tiempo existen un índice elevadísimo de sobrepeso entre niños.
En este sentido, el instituto Zubirán señala que la situación es particularmente grave porque el daño de la obesidad es siete veces más alto al que causa la desnutrición en los primeros años de vida.
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