Por sus implicaciones en la vida de las personas y en el sistema de salud, la diabetes está cerca de convertirse “en un problema de seguridad nacional” que tendrá un gran costo que no podrá sostener el país, advirtió Alberto Lifshitz Guinzberg, académicos de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
México, dijo el especialista, es uno de los países con el incremento más acelerado del padecimiento. Actualmente tiene 6.4 millones de diagnosticados con la enfermedad y de continuar la tendencia, para 2015 serán 15 millones. En todo el mundo hay más de 379 millones de personas que viven con ella.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012, nueve de cada 100 adultos están diagnosticados y de los 6.4 millones que existen, sólo uno de cada cuatro el sigue tratamiento médico respectivo. En 2011, 80 mil 788 murieron por esta causa.
En ocasión del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora este 14 de noviembre, Lifshitz Guinzberg, titular de la Secretaría de Enseñanza Clínica, Internado y Servicio Social de la FM, señaló que la diabetes es una de las principales causas de discapacidad en el país. Da lugar a complicaciones potencialmente mortales como enfermedades del corazón, derrame cerebral, amputaciones de miembros inferiores, insuficiencia renal crónica o ceguera, entre otros cuadros que implican “costos significativos” para los sistemas nacionales de salud.
Por ello, sostuvo, se requiere una estrategia integral y unir esfuerzos entre instancias para detener el avance de la epidemia.
Como prioridad, detalló, se deben instrumentar medidas educativas para disminuir los niveles de sobrepeso y obesidad entre la población a partir de los niveles básicos; capacitar a médicos de primer contacto para que brinden herramientas de prevención a sus pacientes y programas de educación para los afectados, orientados al seguimiento de los tratamientos establecidos.
“De continuar la curva ascendente en el número de casos, llegaríamos a considerar normal el ser diabético”, alertó el especialista certificado en medicina interna.
La prevalencia de la enfermedad en México es del 14% y la situación se agrava porque los diabéticos no se apegan a su tratamiento o no son prescritos adecuadamente.
Con un diagnóstico oportuno, disciplina personal y hábitos saludables, dijo, pueden vivir con calidad muchos años, pero sin esos elementos, es una enfermedad con complicaciones que pueden ir desde infecciones y descompensaciones, hasta infartos al miocardio, insuficiencia arterial en miembros inferiores (que lleva a amputaciones), ceguera e insuficiencia renal.
México, dijo el especialista, es uno de los países con el incremento más acelerado del padecimiento. Actualmente tiene 6.4 millones de diagnosticados con la enfermedad y de continuar la tendencia, para 2015 serán 15 millones. En todo el mundo hay más de 379 millones de personas que viven con ella.
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2012, nueve de cada 100 adultos están diagnosticados y de los 6.4 millones que existen, sólo uno de cada cuatro el sigue tratamiento médico respectivo. En 2011, 80 mil 788 murieron por esta causa.
En ocasión del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora este 14 de noviembre, Lifshitz Guinzberg, titular de la Secretaría de Enseñanza Clínica, Internado y Servicio Social de la FM, señaló que la diabetes es una de las principales causas de discapacidad en el país. Da lugar a complicaciones potencialmente mortales como enfermedades del corazón, derrame cerebral, amputaciones de miembros inferiores, insuficiencia renal crónica o ceguera, entre otros cuadros que implican “costos significativos” para los sistemas nacionales de salud.
Por ello, sostuvo, se requiere una estrategia integral y unir esfuerzos entre instancias para detener el avance de la epidemia.
Como prioridad, detalló, se deben instrumentar medidas educativas para disminuir los niveles de sobrepeso y obesidad entre la población a partir de los niveles básicos; capacitar a médicos de primer contacto para que brinden herramientas de prevención a sus pacientes y programas de educación para los afectados, orientados al seguimiento de los tratamientos establecidos.
“De continuar la curva ascendente en el número de casos, llegaríamos a considerar normal el ser diabético”, alertó el especialista certificado en medicina interna.
La prevalencia de la enfermedad en México es del 14% y la situación se agrava porque los diabéticos no se apegan a su tratamiento o no son prescritos adecuadamente.
Con un diagnóstico oportuno, disciplina personal y hábitos saludables, dijo, pueden vivir con calidad muchos años, pero sin esos elementos, es una enfermedad con complicaciones que pueden ir desde infecciones y descompensaciones, hasta infartos al miocardio, insuficiencia arterial en miembros inferiores (que lleva a amputaciones), ceguera e insuficiencia renal.
Fuente.- proceso.com.mx
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