Un estudio internacional publicado en la revista 'Obesity Reviews', de la Asociación Internacional para el Estudio de la Obesidad, ha revelado que la reducción del consumo de bebidas azucaradas no está asociada de forma directa con una disminución de la obesidad ni de los niveles del Índice de Masa Corporal (IMC).
La investigación se basó un metaanálisis en el que se revisaron diversos estudios publicados recientemente sobre los efectos del consumo de bebidas azucaradas sobre el peso y el IMC, y los autores reconocen que muchos de los estudios y evidencias científicas sobre esta relación son "sesgadas y ambiguas", ya que los datos estadísticos analizados "no fueron concluyentes".
Así, los investigadores observaron que cuando se incorporaban bebidas azucaradas a la dieta y se aumentaba la ingesta excesiva de calorías, el peso corporal se incrementaba.
Sin embargo, en los ensayos controlados aleatorios en los que se suprimió de la dieta las bebidas azucaradas, no se encontraron reducciones de peso significativas.
Los autores de la investigación resaltan la necesidad de disponer de datos más definitivos, con nuevas evidencias científicas contrastadas, objetivas, racionales, no exageradas, ni sesgadas sobre muchos de los aspectos de salud pública que en los últimos años se han demostrado "muy discutibles".
Otras investigaciones científicas ya han desvinculado el consumo de refrescos azucarados y obesidad, como fue el caso de un estudio realizado por investigadores de Portugal y Reino Unido sobre la ingesta de bebidas azucaradas y el sobrepeso en niños del área mediterránea.
En esta ocasión, el trabajo se publicó en 'Public Health Nutrition' y los autores sugerían que reducir o eliminar el consumo de bebidas azucaradas "no tendría un gran efecto sobre la distribución del IMC de los niños".
La investigación se basó un metaanálisis en el que se revisaron diversos estudios publicados recientemente sobre los efectos del consumo de bebidas azucaradas sobre el peso y el IMC, y los autores reconocen que muchos de los estudios y evidencias científicas sobre esta relación son "sesgadas y ambiguas", ya que los datos estadísticos analizados "no fueron concluyentes".
Así, los investigadores observaron que cuando se incorporaban bebidas azucaradas a la dieta y se aumentaba la ingesta excesiva de calorías, el peso corporal se incrementaba.
Sin embargo, en los ensayos controlados aleatorios en los que se suprimió de la dieta las bebidas azucaradas, no se encontraron reducciones de peso significativas.
Los autores de la investigación resaltan la necesidad de disponer de datos más definitivos, con nuevas evidencias científicas contrastadas, objetivas, racionales, no exageradas, ni sesgadas sobre muchos de los aspectos de salud pública que en los últimos años se han demostrado "muy discutibles".
Otras investigaciones científicas ya han desvinculado el consumo de refrescos azucarados y obesidad, como fue el caso de un estudio realizado por investigadores de Portugal y Reino Unido sobre la ingesta de bebidas azucaradas y el sobrepeso en niños del área mediterránea.
En esta ocasión, el trabajo se publicó en 'Public Health Nutrition' y los autores sugerían que reducir o eliminar el consumo de bebidas azucaradas "no tendría un gran efecto sobre la distribución del IMC de los niños".
Fuente.- europapress.es
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